miércoles, 14 de mayo de 2008

Israel cumple 60 años




Por Eugenio García Gascón

Los israelíes judíos creen que es un milagro que su Estado se haya sostenido durante 60 años y están dispuestos a que viva otros 60. Su incontestable potencia militar les garantiza el presente y el futuro sin que ningún país de la zona, incluido Irán, represente una amenaza vital para su existencia.

Desde el 14 de mayo de 1948, Israel se ha transformado de un país espartano en uno con una economía boyante reconocido erróneamente por Occidente como un baluarte occidental en el océano de fundamentalismo e inestabilidad con que se caracteriza al mundo árabe.

Israel, sin embargo, es un Estado lleno de contradicciones, donde la religión y el nacionalismo viven en estado puro y cada vez son más decisivos. Un país donde ser judío -y lo son tres cuartas partes de sus siete millones de habitantes- te abre todas las puertas, mientras que no serlo te las cierra, y donde la corriente mayoritaria ahoga y margina con saña cualquier disidencia.

Una buena señal de los últimos años es la irrupción de la nueva historiografía israelí, una historia objetiva que no es compatible con la que se ha escrito hasta ahora. En total, los nuevos historiadores apenas han publicado una decena de libros, frente a los millares que forman el bagaje de la historiografía sionista tradicional, basada en la omisión, cuando no directamente en la mentira.

La guerra entre unos y otros es enconada y no se ahorran odios, aunque en Israel la nueva historiografía no tiene muy buena entrada y en los colegios se siguen enseñando los mismos temas y enfoques que aplicó el primer sionismo.

El escándalo de la ‘naqba'

Recientemente, la ministra de Cultura trató de introducir en el currículo escolar el concepto de naqba, que significa "desastre nacional" y es la palabra que los palestinos utilizan para referirse a la tragedia de 1948. El escándalo fue de tal envergadura que la ministra tuvo que dar marcha atrás.

Tal vez a algunos les pueda parecer irónica la nula sensibilidad del sionismo respecto a los palestinos, máxime si se tiene en cuenta que este mismo sionismo presiona a Occidente para que se enseñe más y más el Holocausto en los colegios y universidades de todo el mundo.

El último volumen de la serie de los nuevos historiadores, recién traducido al español, es La limpieza étnica de Palestina. Su autor, Ilan Pappe, fue profesor de la Universidad de Haifa hasta el año pasado, cuando se marchó al Reino Unido. En Israel le hacían la vida imposible y Pappe se tomó en serio las amenazas. Cuando iba a la cafetería de la universidad todo el mundo se levantaba y la abandonaba como si de un apestado se tratara.

La sociedad israelí judía es diversa en cuanto a la enorme influencia de la religión y el sionismo, pero al mismo tiempo es compacta y apenas presenta algunas pequeñas grietas que no amenazan la sólida estructura de un Estado extrañamente variado y uniforme al mismo tiempo.

El israelí medio es un judío cuya vida está marcada por la religión y el sionismo desde que nace hasta que se muere. La máxima latina "Soy hombre y nada humano me es ajeno" se ha adaptado en Israel a "soy judío y nada judío me es ajeno". Lo demás le importa muy poco.

Burbuja judía

Un buen ejemplo es que la prensa hebrea apenas da noticias del extranjero. Y no digamos la televisión. El diario de mayor difusión, el Yediot Ahronot, que se vende bastante más que todo el resto de la prensa junta, rara vez da una noticia internacional. Y, cuando la da, suele ser de la guisa de: "Madonna practica la cábala" o "¿Se ha convertido Madonna al judaísmo?". "Michael Jackson es un antisemita" o "Crece el antisemitismo en el mundo" son otros ejemplos. Se puede generalizar sin riesgo de errar que los israelíes viven encerrados a cal y canto en una burbuja judía, en un gueto sionista impermeable.

Es cierto que en ocasiones, de vez en cuando, se produce alguna disidencia, como cuando un pequeño grupo de soldados denuncia los abusos que el Ejército practica con los palestinos, o cuando ocho o diez personas, no más, se manifiestan delante de la residencia del primer ministro. Son acciones solitarias que tienen alguna repercusión en el extranjero porque la prensa tiene que escribir de algo. Pero su incidencia en Israel es nula.

domingo, 4 de mayo de 2008

El comienzo filosófico de la caída de Palestina y su Capital Jerusalem




Suhail Hani Daher Akel
www.suhailakeljerusalem.com

A principios del año 1897, fueron realizados serios preparativos por parte del lobby europeo judío para llevar a cabo la primera Conferencia Sionista en Munich, Alemania. Cuando las invitaciones oficiales se enviaron, los judíos se enfadaron y declararon su indignación. La Prensa Judía Alemana consideró la Conferencia como una traición y los Rabinos deploraron el evento. Por consiguiente el lugar de la conferencia fue trasladado a la ciudad de Basilea, Suiza.

La Conferencia encabezada por el húngaro-judío Theodor Herzl , fue convenida en la ciudad de Basilea del 29 al 31 de Agosto de 1897 y participaron 204 miembros judíos, representando a 15 países, entre ellos 1 árabe judío de Argelia. Los judíos de Palestina no participaron y se opusieron.

Finalizada la reunión, el programa colonial sionista de la Conferencia detalló los medios para lograr su objetivo:

Impulsar el asentamiento en Palestina, especialmente de granjeros y artesanos.
Fundar establecimientos públicos y locales apropiados para organizar y reunir a los judíos, de acuerdo a las reglas válidas en cada país.
Revivir el sentimiento nacional judío.
Adoptar los pasos preparatorios aprobados por los gobiernos para volver realidad los objetivos Sionistas de un Estado judío en Palestina.
Adaptar una bandera con la estrella de David y un himno.
Adaptar la recolección de dinero de gobiernos amigos y de los judíos del mundo.

La Conferencia también fundó la Organización Sionista Mundial y eligió a Herzl como su presidente. Ratificó la constitución, estructura, número de miembros de la organización y otorgó el derecho de miembro a todos los judíos abarcados por el programa de Basilea, pagando estos una abultada cuota anual.


El periodista Theodor Herzl, aseguró este programa colonial en su diario personal: “Si quisiera resumir el objetivo de la Conferencia de Basilea en una sola palabra – una palabra que no voy a pronunciar abiertamente - diría: en ésta conferencia, he sentado las bases de un Estado Judío”. Además, Herzl, escribió en su libro Der Judenstaat (Estado Judío) en 1896: “colonizar Palestina; federar y judaizar a los judíos; reafirmar el sentimiento nacional y gestionar la suficiente presión sobre los gobiernos para alcanzar el objetivo sionista”.


La Conferencia de Basilea fue considerada un punto fundamental de giro en la historia de la ideología sionista y trabajó en dos frentes: Primero: el frente local, dirigido a anteceder sus disposiciones y a ganar la fidelidad del mundo judío. Segundo: el frente externo, dirigido a lograr el apoyo del movimiento colonial europeo, para la creación del Estado judío en Palestina.


Pronto, la maquinaria propagandística encontró asidero en la publicidad y sentó el programa sionista de Basilea y la decisión principal tomada: “el propósito principal del sionismo es crear una patria para los judíos en Palestina, procurada por el Derecho Público.”


Después de 51 años, el 15 de mayo de 1948, los sionistas crearon con la fuerza de su terrorismo al Estado de Israel sobre la tierra Palestina, la masacre y el exilio de su pueblo palestino.


Desde 1948 hasta el 2008, pasaron 60 años y los sionistas-israelíes, sobre la base del terrorismo de Estado, siguen negando el derecho legitimo del pueblo palestino a su Estado propio, el retorno de los refugiados, el derecho sobre Jerusalem y su libertad.


El 10 de Noviembre de 1975, el sionismo fue condenado por Naciones Unidas en su Resolución 3379, como “Racismo y Expansionismo”. Fue demasiado tarde.

Mayo de 2008

(*) Suhail Hani Daher Akel es ex Embajador del Estado de Palestina en la Argentina


© Copyright, Suhail Hani Daher Akel, Se puede publicar, traducir o distribuir sin modificar el contenido y citando la fuente y el autor.

viernes, 18 de abril de 2008

LA MUERTE DE FADEL SHANA POR EL EJERCITO ISRAELI

El miércoles pasado un camarógrafo de la Agencia Reuters de nombre Fadel Shana murió en la Franja de Gaza asesinado por el Tasahal el Ejeército Israelí.

Según informaran Fadel Shana, de 23 años, estaba cubriendo para la Agencia Reuters con sede en Londres los ataques del Tasahal a la población palestina, pero claro esto no era bueno que se supiera.

El vehículo en el que viajaba Shana se detuvo y el periodista camarógrafo comenzó a filmar donde se encontraban los israelíes, es de destacarse que tanto él como su vehículo tenían bien visible el logo de la Agencia y el cartel que los individualizaba como PRENSA.

Desgraciadamente esta fue la ultimo que filmó Fadel Sahan, en los restos de su cámara encontraron la filmación de cómo se ve el disparo de un misil y como la cámara se pone en oscuro, Fadel Sahan habia muerto, además de 2 transeúntes que pasaban en bicicleta, pero esto en definitiva no importaba, total eran dos palestinos.

El examen médico a que se ha sometido a Shana muestra que éste falleció por dardos de metal de un proyectil de un tanque israelí que estalló en el aire, según indicaron los médicos que le atendieron.

Es de destacar que estos misiles conteniendo dardos están prohibidos por las leyes y convenciones de la guerra.

Las radiografías mostradas por los médicos que examinaron el cuerpo del reportero en el hospital Shifa de Gaza muestran varios de estos controvertidos dardos en el pecho y las piernas.

Además, se encontraron varios de estos dardos de tres centímetros en la chaqueta de Shana, que llevaba el rótulo 'Press' (prensa), y en su vehículo, un coche deportivo blindado con las señales 'TV' y 'Press'.

"Las marcas en el vehículo de Fadel Shana mostraban claramente y sin ambigüedad que era un periodista profesional haciendo su trabajo. Nosotros y los militares debemos trabajar juntos de forma urgente para entender por qué se produjo esta tragedia y cómo pueden evitarse incidentes similares en el futuro", añadió. editor jefe de Reuters News, David Schlesinger.

El doctor Yunes Ramadan Awadalá, uno de los facultativos que examinó el cuerpo de Shana, dijo que éste sufrió múltiples laceraciones de los proyectiles, algunas de las cuales aparentemente entraron en su pecho a través de su cuello y su hombro, cortando su espina dorsal.

Una joven mujer portavoz del Tsahal (Ejército israelí), preguntada por el hecho de que Shana habría muerto por dardos israelíes, dijo que "las Fuerzas de Defensa de Israel por norma general no comentan las armas que usan, y que "Los dardos son legales en virtud del Derecho Internacional y una demanda ante el Tribunal Supremo (israelí) contra su uso fue desestimada", añadió.

martes, 1 de abril de 2008

Día de la Tierra

La tierra palestina, su perdida y su día
Día de la Tierra


Por: Embajador Suhail Hani Daher Akel (*)

La historia y la vida palestina fue difícil. Solo un parámetro permitió comprender la tragedia. Desde el primer mártir palestino Jesús hasta el mártir Yasser Arafat, el pueblo palestino no logró respirar la brisa de libertad sobre su tierra.

“Y combatieron los hijos de Judá a Jerusalem y la tomaron y pasaron a sus habitantes a filo de espada y pusieron fuego a la ciudad” (Jueces 1:8). Desde aquella primera invasión hebrea a Palestina por Jericó en 1020 aC, hasta la actual ocupación israelí, su tierra fue usurpada, maltratada y dañada por cuanto poder colonial llegó a esa dorada llave mediterránea que une tres continentes.

Durante su historia, en Palestina vivieron y compartieron una misma tierra y un solo país los judíos, cristianos y musulmanes con su única identidad de palestinos. A diferencia de otras partes del mundo, el palestino judío no solo no sufrió persecución y discriminación por los otros palestinos, sino, fue una parte inseparable de las otras dos religiones con el respeto a sus instituciones y sus lugares sagrados.

Como testimonio. El italiano judío David dei Rossi, llegó en 1535 como inmigrante a Palestina, bajo la ocupación del imperio Otomano, y se sorprendió al observar que los judíos ocupaban puestos incluso en el gobierno, algo que resultaba inesperado en Europa, expresando: “Aquí no estamos en el exilio, como en nuestro país. Aquí... los guardianes de las aduanas y los peajes son judíos... No hay impuestos especiales para ellos”.

Diametralmente opuestos a los palestinos judíos, en Europa, los sectores del establishment judaico acoplados a la política sionista suspiraron por un sueño colonial. Aventajados por un mundo envuelto en dos guerras mundiales y el holocausto que acabó con la vida de 55 millones de personas, las presiones y chantajes del lobby sionista dentro de la Cámara de los Lores de Gran Bretaña y sobre los victoriosos gobiernos de Europa, sumaron el deseo de éstos de sacarse de encima la cuestión judía.

Las teorías del padre del sionismo, el húngaro Theodor Herzl, de crear un Estado judío en la lejana tierra de Palestina estimuló y se enraizó en el pensamiento europeo: “Colonizar Palestina; federar y judaizar a los judíos; reafirmar el sentimiento nacional y gestionar la suficiente presión sobre los gobiernos para alcanzar el objetivo sionista” (Theodor Herzl, 1896).

La estrategia no tenia ética, ni reparo. Así como estrecharon sus contactos con los regímenes europeos pos guerra, anteriormente, lo hicieron con el fascismo italiano y el nazismo alemán. Entre los notables judíos de Europa, Vlademir Jabotinsky, admirador del fascismo de Benito Mussolini, expresó: “¿Qué queremos?, queremos un imperio judío, al igual que Italia”.

Según la agencia de noticias fascista Avanti Moderno, en 1935 el Congreso Sionista Revisionista logró el apoyo de Mussolini. Durante ese año, el líder italiano le hizo saber su deseo al Gran Rabino de Roma Israel Zoller (Eugenio Zolli): “Las condiciones necesarias para el éxito del movimiento sionista es poseer un Estado judío... Hay una persona que conoce esto muy bien y es el ciudadano fascista Jabotinsky”.

En medio de la persecución a los judíos, Mussolini, ayudó logística y económicamente a Jabotinsky organizar la juventud revisionista (luego partido Likud) y los escuadrones judíos Betar, luciendo camisas negras al igual que las filas fascistas. Sucedido por el sionista Menahem Beguin (luego premier israelí en 1977 por el Likud), prefirió cambiar el negro por la vestimenta marrón-pardo del movimiento hitleriano.

En relación. Vale recordar, entre otros, dos hechos que detonaron la conciencia. El primero: cuando en 1933 la Federación Sionista de Alemania envió una carta de apoyo al partido Nazi, resaltando: "... la fundación del nuevo Estado, nazi, el cual ha establecido el principio de raza, deseamos así adaptar nuestra comunidad dentro de la estructura total, en la esfera a nosotros asignada, es posible una actividad fructífera por la patria…" (Zionism in the Age of the Dictators, Wesport. L. Brenner 1983:48). El segundo: pese al sufrimiento judío en la Alemania Nazi, existió una complicidad sin tapujos entre el sionista Arthur Hagen, Director de la Judenreferat (oficina de Asuntos Judíos de la SS) y Adolf Eichmann, miembro de la SS y director del Judenreferat (secuestrado por la Mossad en la Argentina el 11/5/1960 y ejecutado en Israel). Ambos, de manera abusiva en octubre de 1937 viajaron juntos a Palestina. Al prohibirles la ocupación británica su descenso en el puerto de Haifa por la presencia del militar nazi, se dirigieron al Cairo para reunirse con los referente sionistas sembrados en la región.

Los sucesores y seguidores de los espurios temperamentos fueron los padres fundadores de Israel, y de estos recientes dos últimos liderazgos israelíes de Ariel Sharon y Ehud Olmert, los que levantaron su espada herodiana contra el pueblo palestino. Entre los fundadores, también jugó un rol fundamental el laborismo sionista-socialista (partido Laborista), encabezado por David Ben Gurión, Golda Meir y Shimon Peres, como la cara socialista del movimiento obrero sionista. Sin embargo, la contradicción golpeó en un insólito socialismo que aspiró y colonizó por las armas una tierra ajena y habitada. Sus acciones y declaraciones compitieron con los sectores más reaccionarios y racistas: “No hay nada que puede llamarse palestinos, ellos simplemente no existieron” (Golda Meir, The Sunday Times, 15/6/1969).

Con poderes fluctuantes, conciencias dormidas y silencios cómplices el sionismo encontró su especial madriguera para elaborar su plan

Frente al concierto de iniquidades. La tierra se desgarró. Los milicias sionistas desembarcaron a finales de la década del ‘30 en Palestina con el aval de la fuerza ocupante británica y organizaron clandestinamente los grupos terroristas del Irgun Tzavai Leummi, Stern, Palmaj y Haganah (luego Tzahal ‘ejercito israelí’). Su violencia sembró el terror en las indefensas poblaciones palestinas y luego arremetieron contra sus propios socios británicos obligándolos a retirarse, sin antes haberles cedido por decisión británica todo sus armamentos pesados. Yizthak Shamir, como premier israelí en la década del ‘90, conmemorando el 51 aniversario de su agrupación Stern, “Justificó el terrorismo para la fundación de Israel”, y admitió que “ los judíos extremistas que él contribuyó a fundar y dirigir hicieron bien en apelar al terror para establecer el Estado de Israel” (Clarín, Buenos Aires, 5 sept. 1991).

Sin respetar la esencia, la raíz y la milenaria presencia del semita pueblo palestino sobre su propia tierra, las Naciones Unidas con extralimitadas facultades y apresurados desempeños con su pluma de la partición, certificaron en 1947 rasgar la tierra palestina y asolar a su pueblo. Como consecuencia. Sobre 418 ciudades y aldeas arrasadas; kilómetros de ricas tierras agrícolas quemadas; olivares, frutales y cactus arrancados; montañas, llanuras, aguas, ríos y mares usurpados, y su nativo pre-bíblico pueblo diezmado con el 60 por ciento de su población echados al mar y convertidos en refugiados, los lideres terroristas sionistas en voz de David Ben Gurión, declararon unilateralmente en mayo de 1948 la creación del Estado judío sobre la mayor parte de la tierra de Palestina y lo llamaron Israel. Estados Unidos, y minutos más tarde, la Unión Soviética, lo reconocieron inmediatamente, como un ejemplo a seguir por los países partidarios de los dos poderosos bloques de la Guerra Fría.

Pecar por omisión. Con el nuevo orden internacional de Yalta; choques de poderes y entrecruzados lobby económicos y políticos, los sionistas junto con su nuevo socio estadounidense, fueron los responsables de arrastrar premeditadamente a la ONU para cometer un doble error por omisión. Primero: el ejecutar una partición sin el consentimientos de sus ciudadanos y sobre una tierra totalmente habitada para la creación de otro Estado, por ende, la llegada masiva de gente ajena al lugar y el recambio de un pueblo por otro. Lo segundo: haber resuelto oficialmente una partición para un Estado judío (55%) y la continuidad de Palestina como Estado, incluyendo a Jerusalem internacionalizada (45%), y luego, violando su propia resolución jurídica 181, reconoció en 1949 al Estado de Israel con el 78 por ciento de la tierra (20,796 Km2), incluyendo el sector occidental de Jerusalem, es decir, un 23 por ciento más de lo asignado, y no reconoció al mismo tiempo, el estatus jurídico del Estado de Palestina y sus líneas fronterizas por ellos demarcada. Como resultado. El no reconocimiento del Estado palestino hasta la fecha, es el principio y la continuidad del sangriento conflicto palestino-israelí y la debilidad de la ONU para resolverlo sobre sus propias leyes.

Frente al tsunami de injusticias, es imposible soslayar responsabilidades. El armisticio firmado entre los países árabes e Israel entre 1948/49 y el no haber exigido antes de la firma el inmediato reconocimiento del Estado árabe palestino, le permitió a Israel entrar por la puerta grande de las Naciones Unidas como un país amante de la paz (principal consigna de la ONU), mientras, la situación palestina pasó a ser una mera cuestión de refugiados.

La fortaleza militarista del nuevo Estado y la belicosa metodología utilizada, los alejó de la ética religiosa judía y lo convirtió en un estado sionista, tal como lo denunció en reiteradas oportunidades el Rabino Moshe Hirsh, líder de la agrupación rabínica Nuterei Karta: “Israel no es un Estado judío, sino un Estado sionista”, entre otras de sus declaraciones, recalcó: “...Este lugar se llama Palestina. Los judíos vivían aquí perfectamente hasta que llegaron esos que se aprovecharon de la cuestión judía para sus propios intereses, los sionistas”. (El Mundo, España 24/4/2004). Por su parte, el humanista científico alemán-judío Albert Einsten, rehusó la oferta sionista de ser presidente de Israel, alegando: “Mi naturaleza esencial del judaísmo se resiste a la idea de un Estado Judío con fronteras, con un ejercito y con cierta cantidad de poder temporal”.

Al respecto, los históricos vaivenes contradictorios de los liderazgos americanos sobre la cuestión, se reflejaron en el perfil del actual presidente George Bush, tibiamente favorable a un Estado palestino, pero avalando en el silencio de la práctica los asentamientos, el muro, los crímenes israelíes y el inhumano boicot contra el pueblo palestino por sus democráticas elecciones del 2006. Oportunamente, la actitud política del entonces presidente Henry S. Trumman, apoyando enfáticamente la creación de Israel sobre tierra palestina, no coincidió con su gnosis personal redactada en 1947 en su diario: “Los judíos son muy, muy egoístas...A los judíos no les importa cuántos estonios, finlandeses, polacos, yugoslavos o griegos son asesinados o maltratados, siempre que los judíos reciban un trato especial. Sin embargo, cuando tienen poder físico, financiero o político y cuando llegan a la prosperidad, son pocos los que recuerdan su condición pasada" (The Washington Post - Estados Unidos, Rebecca Dana y Peter Carlson, julio 2003).

Sus líderes pasaron rápidamente del terrorismo al terrorismo de Estado

El director general del ministerio de Defensa, Shimon Perski (Shimon Peres), se convirtió en el arquitecto del plan nuclear. Entre las décadas del ‘50 y finales de los ‘60, Israel desarrolló su poderoso programa atómico con la ayuda financiera-logística de Francia, instalando bajo la supervisión de Peres, el reactor nuclear de Dimona en el desierto de Bersheba, convirtiéndose en el
quinto mayor arsenal mundial de bombas nucleares.

El hábil enriquecimiento de uranio hallado en el Neguev palestino, más el alto poder destructivo acumulado en más de dos centenares de ojivas nucleares listas para ser disparadas sobre mísiles tiera-tierra, agitó la preocupación del científico israelí Mordachei Vanunu, que se fugó a Londres denunciando con pruebas palpables, que: “Israel tiene un poder nuclear capaz de volar la región en segundos” (The Sunday Times,1986). Con la mayor de las impunidades y los posibles graves riesgos para la región, Israel, nunca permitió la entrada de observadores y es el único país que no firmó el Tratado de No Proliferación Nuclear. Mientras con su agresiva política regional, bombardeó la Central Nuclear de Irak en 1981; más recientemente, en el 2007, destruyó el material nuclear norcoreano en una base secreta de Siria y amenazó constantemente con bombardear el programa nuclear de Irán.

La indiferencia internacional, la permanente provocación israelí a los países árabes fronterizos, esencialmente contra Siria y Egipto, la necesidad de expandirse y la rutina de enfrentamientos se tornó en guerra. El general Yizthak Rabin ya había ordenado la movilización durante el mes de mayo. En menos de tres horas a partir de la madrugada del 5 de junio de 1967, la fuerza aérea israelí destruyó 286 aviones de guerra egipcios que no alcanzaron a tomar vuelo, 13 bases aéreas y 23 estaciones de radar, mientras sus fuerzas terrestres, acorazadas y aéreas invadieron los territorios árabes en los cuatro frentes de Palestina (bajo control jordano-egipcio), Siria, Egipto y Jordania. El primer día ocuparon Gaza y al mediodía del tercer día cayó la ciudad vieja de Jerusalem.

Por la falta de coordinación militar árabe y el complot interno sufrido por el presidente egipcio Gamal Abdel Nasser, los israelíes ocuparon en seis días la totalidad de la tierra de Palestina, es decir, el 22 por ciento restante de 1948, incluyendo el sector Este de Jerusalem (6.213 Km2); el Golán de Siria (1.115 Km2), la península del Sinai egipcio (61.175 Km2 - devuelto) y un pequeño sector de Jordania. Naciones Unidas en su resolución 242, exigió la retirada de los “territorios árabes ocupados”. No solo no fue acatada por la potencia ocupante, sino, fue victima de la semántica conflictiva ante la interpretación y falta de la palabra “todos los territorios árabes ocupados”. Los israelíes sacaron sus propias ventajas.

Ungido de la probeta de la ONU, Israel, continuó con su política de tinta sobre papel e hizo caso omiso a todas las resoluciones, a las leyes jurídicas internacionales, los artículos de la Convención de Ginebra de 1949 y se mantuvo en los territorios árabes.

Palestina terminó de perder toda su tierra y su capital Jerusalem

Aunque el ministro de Defensa Moshe Dayan, uno de los responsables de la invasión, al entrar junto con Rabin en 1967 a la vieja ciudad de Jerusalem, exclamó: “...entramos a esta ciudad para quedarnos para siempre”, varios años después, no ignoró el daño impuesto al pueblo palestino y fue de los pocos militares sionistas que se arrepintió: "Llegamos a este país que ya estaba poblado por árabes, y estamos estableciendo aquí un estado hebreo, es decir judío... aldeas judías fueron construidas reemplazando aldeas árabes... No hay una sola comunidad en el país que no haya tenido antes una población árabe... Ante los propios ojos (de los palestinos) estamos apoderándonos de la tierra y de las aldeas en las que han vivido ellos y sus antepasados... Somos la generación de los colonizadores, y sin un casco de acero y sin el cañón de un fusil no podremos plantar un árbol ni construir una casa" (Pecados Originales).

Apenas 19 años -1948/1967-, la milenaria tierra palestina quedó erosionada, borrada de los mapas y los Atlas. Dejó de ser Palestina para ser llamada Cisjordania o Ribera Occidental (West Bank) y Gaza. Peor aún, los israelíes la llaman "Samaria, Judea y Gaza". Desde ese entonces y hasta la actualidad, la tierra de la tuna, la miel y la leche; de los grandes sabios, de la poesía y los agricultores; de los olivares, la vid y las cabras, se convirtió en una tierra militarista, con sonido nuclear, tambores de guerra, olor a pólvora y muerte; de extremistas, asentamientos ilegales y muros de apartheid.

Impusieron su plan. La profecía del Herzl en aquel primer Congreso Sionista de Basilea en agosto de 1897, quedó plasmado: "Si tuviera que resumir el Congreso de Basilea en una frase -cuyo pronunciamiento público he de evitar- sería esta: en Basilea fundé el Estado judío”. (Theodor Herzl, de su diario personal).

Batalla de Al Karameh, 40 años
Exiliado en países árabes, el comandante Yasser Arafat erigió el santuario de la lucha nacional. Organizó las fuerzas revolucionarias palestinas de Al-Fatah en la década del ’50 y el 1° de enero de 1965, la revolución imprimió su primera presencia al dinamitar la ilegal central de bombeo israelí de Aílabun, utilizada para la usurpación del agua palestina,

Embebido de soberbia por el triunfo sobre tres países árabes en seis días de guerra, Moshe Dayan ordenó terminar con el grupo palestino instalado en la aldea jordana de Al Karameh (dignidad en árabe). Durante la noche del 21 de marzo de 1968, la poderosa fuerza israelí entró en la aldea y su sorpresa fue la resistencia palestina. Arafat, logró hacerle saborear al colonialismo israelí su primera derrota. Luego de tres días de encarnizados combates, huyeron abandonado su muertos y todos sus armamentos pesados. Israel comprendió la lección. No pudieron aniquilar a los palestinos, y los palestinos comenzaron a soñar con el retorno a su tierra perdida.

La revolución con la batalla ganada y las piedras de la Intifada de 1976 en Galilea, de 1987 en Jabalya, Gaza y de 2000 en Jerusalem, fue para la potencia ocupante demoledor. Pese a su retórico mito de acusar la resistencia palestina de “terrorismo”, no logró reducirla.

El terrorismo de Estado de Israel, con su fuerza motriz se constituyó como tribunal, juez y verdugo, cometiendo desde 1965 una flagrante limpieza étnica para frenar la revolución y cualquier posibilidad palestina de alcanzar su independencia y la restitución de su Estado, asesinando de manera masiva y selectiva a miles de palestinos y sus referentes. Entre los muchos miles de mártires, se encuentran: Ghassan Kanafani, portavoz del Frente Popular para la Liberación de Palestina-FPLP, asesinado por un coche bomba el 8 de julio de 1972 en Beirut. Mahmoud Al-Hamshari, miembro de Fatah-OLP, fundador de la Fuerza 17, asesinado el 4 de mayo de 1975 con explosivo en el teléfono de su casa de París. Khalil al Wazzir (Abu Jihad), líder de Fatah-OLP, asesinado el 16 de abril de 1988 en su casa de Túnez, por un comando israelí dirigido por el ex premier Ehud Barak. Salah Khalaf (Abu Iyad), líder de Fatah-OLP, muerto el 14 de enero de 1991 en Túnez. Fathi Al-Sheqaqi, secretario general de la Yihad Islámica, asesinado en octubre de 1995 en Malta. Abu Ali Mustafa, líder del FPLP, asesinado 27 de agosto de 2001 en su oficina de Ramallah. Sheij Ahmed Yassin, lider espiritual de Hamas, asesinado el 22 de marzo de 2004 a la salida de la Mezquita en Gaza. Abdel Aziz Rantisi, líder de Hamas, asesinado el 17 de abril de 2004 en Gaza. Y el Padre de la Patria, líder de la revolución, premio Nobel de la Paz, presidente Yasser Arafat, envenenado por Sharon en Ramallah, murió el 11 de noviembre de 2004 en el hospital militar Percy de París y fue enterrado transitoriamente en Ramallah, hasta el retorno a su lugar de nacimiento Jerusalem. Todos los mártires tuvieron un solo principio: vivir y morir por la tierra de Palestina.

Día de la Tierra Palestina

Desde la lectura de la tragedia, sobraron fundamentos para instaurar el Día de la Tierra a partir de 1967. Sin embargo, esa fecha surgió en 1976 desde las raíces de la tierra palestina y su pueblo dentro de la línea de Israel.

Los que permanecieron luego del ’48 aferrados a sus poblados de Galilea, Acre, Safad, Haifa, Jaffa y Nazareth, entre otros, resistieron los desalojos, la usurpación, los maltratos, las humillaciones y la discriminación. Israel, buscó todos los medios para judaizarse, aunque no lo logró. En 1952, implementó la “Ley del Retorno”, beneficiando a los judíos de cualquier parte del mundo a convertirse automáticamente en ciudadanos israelíes e instalarse en tierras quitadas a los palestinos. Su Parlamento promulgó decenas de leyes sobre expropiaciones. Entre las mismas, figuró la “ley de propietarios ausentes”, que le permitió al gobierno israelí apoderarse con un complejo mecanismo legal y burocrático de las tierras, cosechas y casas de palestinos que fueron deportados o obligados a huir. El 22 por ciento de la población israelí son palestinos y solo el 2,5 por ciento de la tierra es propiedad de los mismos.

En el tabernáculo de la injusticia y la violación, nunca respetó la resolución 194 de la ONU de 1948, que exigió el retorno de los refugiados palestinos, expulsados de sus tierras y sus casas. Hasta la fecha millones de exiliados, muchos de ellos en situaciones caóticas, esperan su regreso frente a la negativa y la indiferencia israelí.

El Día de la Tierra Palestina coronó años de lucha popular. Entre 1948 y 1976 solo en Galilea usurparon 100 mil hectáreas de tierras cultivables, encendiendo el 30 de marzo de 1976 la chispa de la Intifada (levantamiento popular). La brutal represión israelí asesinó a sangre fría a 7 jóvenes palestinos. La incrementada sublevación se extendió desde Galilea al triangulo del norte y al Neguev. Coordinadamente, fue además, el repudio contra el trabajo esclavo, la falta de derechos sociales y la educación impuesta a los niños, prohibiéndoles literaturas e historia palestina para extirpar sus conciencias y su idioma árabe.

El golpe contra la arrogancia en Galilea, frenó la usurpación y la deportación. Los palestinos conquistaron su derecho de libre movimiento sin ser victimas de la ley de propietarios ausentes, el derecho al voto y la llegada al Parlamento, la formación de sociedades civiles e institucionales y el trabajo digno sin explotación y con las asignaciones sociales.

Sin dignidad la libertad carece de sentido

La tierra sigue siendo el vital alimento de la raíz palestina, para su dignidad y su libertad. Sin embargo, Israel mantuvo la sistemática política de carcomer el territorio ocupado desde 1967, robando tierras mediante el cáncer de los asentamientos ilegales, habitados por más de 450 mil colonos extremistas, fundamentalmente, en torno a Jerusalem Este. Violando las leyes internacionales establecidas en la Convención de Ginebra, las Regulaciones de La Haya, los Acuerdos de Oslo, el Mapa de Ruta y las Resoluciones 446, 452, 465 y 471 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Entre sus odiosas estrategias, desde junio de 2002, con el fatídico slogan de la “seguridad”, Sharon, comenzó la construcción de un Muro de Apartheid para la protección de los asentamientos edificados en territorio palestino y el arrebato recóndito del 58 por ciento más de la tierra, dividiendo las ciudades y aldeas en cantones y sin continuidad territorial. La Corte Internacional de Justicia condenó la construcción israelí en julio de 2004 y la ONU con el voto de 144 países, en su resolución A/ES10/L18-2004, exigió congelar, demoler y resarcir a los perjudicados. Israel ignoró la preocupación internacional. Hasta el momento construyó más de 780 kilómetros de longitud...y sigue.

Luego de 60 años de la perdida de la tierra, Israel, la potencia nuclear ocupante, mantiene su deliberada torpeza de ignorar los cimientos del derecho internacional, los principios básicos de los derechos humanos y el derecho legitimo del pueblo de Palestina a su independencia y a su tierra.

(*) ex Embajador del Estado de Palestina en la Argentina / marzo 2008



© Copyright, Suhail Hani Daher Akel, Se puede publicar, traducir o distribuir sin modificar el contenido y citando la fuente y el autor.

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miércoles, 5 de marzo de 2008

El silencio es cómplice del Holocausto palestino





Por:Suhail Hani Daher Akel (*)



Apelar a la seguridad encerrando a otro pueblo es inaceptable. Con un típico lenguaje nazi, el viceministro de Defensa israelí, Matan Vilnai, amenazó con un Shoah (Holocausto en hebreo) en la Franja de Gaza: "Si el fuego de los Qassam se intensifica y los cohetes alcanzan una gama mayor, ellos (los palestinos) traerán sobre si mismos un Holocausto más grande, porque utilizaremos todo nuestro poder para defendernos" (radio del ejercito israelí, febrero 28, 2008). Entre los cruces de palabras, el Jefe Político de Hamas, Khaled Mishaal, expresó:“...si ustedes (los israelíes) eligieron invadir a Gaza, entonces 1.5 millones de ciudadanos palestinos lucharán como un león aunque sus armas sean simples y primitivas”.



En políticas similares a la actitud y la verborragia sionista del ministro Vilnai, los nazis destruyeron los Ghettos para derrotar la resistencia europea-judía, al igual que Israel destruyó la infraestructura nacional palestina para destruir la legitima resistencia. Así como los nazis restringieron los servicios públicos esenciales tales como el agua y la electricidad, el gobierno israelí se lo restringió a los palestinos en Gaza. Así como los nazis limitaron a los habitantes judíos del cuidado sanitario adecuado, los israelíes redujeron el cuidado de salud en Gaza y supendieron los suministros médicos locales. Al igual que los nazis que encarcelaron cruelmente a miles de personas en sus campos de concentración, el gobierno israelí retiene desde años a más de 12.000 prisioneros palestinos en estado inhumano. Del mismo modo que los nazis aplicaron su Shoah, el régimen israelí se lo aplicó al pueblo palestino.



El 3 de marzo fue el día más sangriento, 67 palestinos, incluyendo 24 niños y 1 bebé, fueron muertos y 268 heridos, durante la “Operación Invierno Caliente” por tierra y aire realizado por la Fuerza de Ocupación Israelí-FOI en Gaza. Desde febrero 27, durante 120 horas de incursiones la FOI asesinó a 132 palestinos, incluyendo 41 niños,14 mujeres y 3 bebés, 391 heridos, muchos de ellos en condiciones graves y 281 palestinos secuestrados. En los últimos dos años la FOI mató a 668 palestinos.



El Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, condenó a Israel el 1° de marzo. Asimismo, condenó el lanzamiento de mísiles palestinos, sin tomar en cuenta, que Israel es el Poder Nuclear y Ocupante, y los mísiles (con poco poder de fuego) forman parte de la resistencia palestina contra el terrorismo de Estado israelí, los aviones de guerra F16, los helicópteros Apache y los blindados Abrams y Merkeva que arrasaron al pueblo civil palestino en sus casas, aldeas, ciudades, campos de refugiados y profanaron los Lugares Sagrados de la humanidad, destruyendo su infraestructura.



Ignorando la condena, el ejercito de ocupación y la fuerza aérea israelí continuaron atacando la Franja de Gaza durante todo el sábado. El domingo 2 de marzo, sus aviones de guerra F16 atacaron la oficina del premier Ismael Haniye de Hamas con intenciones de asesinarlo, matando a 10 palestinos en Gaza y 4 en la Ribera Occidental. Asimismo, los estadounidenses F16 se dirigieron a la sede del Sindicato de Obreros Palestinos en el barrio de Saftawi, al norte de la ciudad de Gaza, demoliendo el edificio por completo. Días antes, habían bombardeado el Ministerio de Interior y el 4 de marzo, dos misiles lanzados desde esos mismos aviones volaron el edificio de cinco pisos de la Federación General de Sindicatos Palestinos en Gaza, matando a 6 civiles.



Durante ese agrio domingo negro, en la reunión de gabinete israelí, el vice primer ministro Haim Ramon le preguntó a Ehud Barak porqué la Fuerza no dirigió el fuego masivo sobre las áreas de las cuales se está lanzando los mísiles Qassam, expresándole Ramon: “según el derecho internacional, usted puede hacer eso”...“en la segunda guerra del Líbano estaba claro que si nos disparaban dentro de una aldea, podíamos atacarlos incluso en áreas pobladas”(...). Israel se refiere al derecho internacional cuando se trata de su propia conveniencia, pero desconoce sus obligaciones dentro de la ley internacional relativa a la protección de personas civiles en tiempo de guerra, según los artículos 31-32, 33, 146-147 de la Cuarta Convención de Ginebra.



Luego de la visita del presidente George W. Bush a la región y sus falaces promesas, las masacres en Palestina Ocupada se potenciaron en sigilosa coordinación con la administración estadounidense y las fuerzas regionales. Trasladando nuestra memoria a la guerra del Líbano en julio 2006.



A la luz del genocidio en la Franja de Gaza, en la zona norte de Palestina (Ribera Occidental) y en la capital Jerusalem, las Altas Partes Contratantes, en particular los Estados miembros de la Unión Europea, deben aplicar sus obligaciones legales bajo el artículo común 1 de las Convenciones de Ginebra y el artículo 146 de la Cuarta Convención de Ginebra. La falta de responsabilidad internacional solo conducirá a perdurables Crímenes de Guerra con mayor impunidad.



Además del robo de tierra, la entidad sionista estuvo cometiendo un silencioso Holocausto contra los ciudadanos palestinos desde hace 60 años. La limpieza étnica, la expropiación y anexión de tierras palestinas de Jerusalem Este, la construcción ilegal del Muro de Apartheid, la construcción de asentamientos ilegales y la demolición de viviendas palestinas, siguen siendo una espina en el corazón de la armonía. Mantener el silencio, es ser cómplice del Holocausto palestino.



Por lo tanto, el premier Ehud Olmert, el presidente Shimon Peres, el ministro de Defensa Ehud Barak con su gabinete y los Generales militares israelíes responsables de las masacres en Palestina, deben ser juzgados como Criminales de Guerra en tribunales internacionales similares a los de Nüremberg. Basados entre otras acusaciones, en tres cargos elementales: 1) Crímenes contra la Humanidad: por genocidio, limpieza étnica, secuestro y deportación; 2) Crímenes de Guerra: por la violación a las leyes de guerra; 3) Crímenes contra la paz: por librar guerras de ocupación y agresión, violando los acuerdos y tratados internacionales. De igual modo, se debe procesar por Crímenes de Guerra al Presidente Bush con su gabinete por el genocidio contra el pueblo de Irak, Afganistán, Cuba y su complicidad con Israel en sus crímenes contra el pueblo palestino y libanés.



En medio de una política de expansión e instaurando pretextos para descalificar la resistencia palestina, Israel no asume su responsabilidad de Potencia Ocupante. Creando su propia e inevitable destrucción e insistiendo con el absurdo que puede existir solamente si niega los derechos nacionales y los derechos humanos básicos de los palestinos.



(*) ex Embajador del Estado de Palestina en la Argentina/ Marzo 2008





© Copyright, Suhail Hani Daher Akel, Se puede publicar o distribuir sin modificar el contenido y citando la fuente y el autor.

viernes, 22 de febrero de 2008

Para entender lo básico - Palestina: la tortura

AUTOR: Palestine Monitor

Traducido por Carlos Sanchís, revisado por Caty R.

«Israel es el único país del mundo que ha legalizado el uso de la tortura» (Btselem, Centro de información israelí para los derechos humanos)

La tortura: los hechos

Desde que empezó la ocupación en 1967, más de 650.000 palestinos han sido detenidos por Israel. Casi el 95% de ellos han sido sometidos a algún tipo de tortura o trato cruel, inhumano o degradante.

Desde 1967, Israel ha empleado unas 105 técnicas de tortura documentadas. Por lo menos 66 palestinos han sido torturados hasta la muerte.

Hasta hoy no se ha incriminado ni condenado a ningún funcionario israelí por crímenes relacionados con la tortura.

Israel justifica la tortura al designar la relación con los Territorios Palestinos como de «circunstancias excepcionales», lo que implica una violación directa de la Convención Contra la Tortura de 1984, ratificada por Israel en1991. El artículo 2 (2) establece que «ningún tipo de circunstancia excepcional se puede invocar como justificación de la tortura». El derecho de todas las personas a no ser sometidas a tortura o trato cruel, inhumano o degradante, es uno de los pocos derechos humanos que es considerado absoluto. Está prohibido contrarrestar este derecho contra otros derechos y valores y suspender o restringir el mismo bajo cualquier circunstancia.

Métodos de tortura

Frecuentemente a los detenidos se les «ablanda» antes de que empiece el interrogatorio. Cualquier examen de una tortura deberá considerar, por consiguiente, el impacto acumulativo de las condiciones impuestas desde que la persona es detenida.

Los métodos de trato ilegal incluyen:

. Aislamiento, incluida la prohibición de las reuniones con abogados y familiares, para exacerbar el sentimiento de debilidad.

. Confinamiento en celdas carentes de luz diurna y sin elementos para pasar el tiempo, para inducir la falta sensorial.

. Debilitamiento corporal impidiendo la actividad física, alterando el sueño y una provisión de alimentos inadecuada.

. Agredir con puñetazos en la postura del «shabah», es decir, con ataduras dolorosas de las manos y pies del prisionero a una silla.

. Intimidación, insultos y humillaciones mediante amenazas, registros, obligación de desnudarse, gritos y escupitajos.

Los detenidos también está sujetos a violencias físicas directas, tales como:

. Golpes secos;

. Fuertes ataduras en las manos;

. Sacudidas violentas;

. Retorcimiento brusco de la cabeza;

. Permanecer en cuclillas en la posición de «la rana» (obligando al detenido a acuclillarse de puntillas durante prolongados períodos);

. La postura de «la banana» (arqueando la espalda del detenido mientras está sentado en una silla sin respaldo con las manos y los pies atados).



En la posición de «la banana» se mantiene al detenido con la espalda doblada en arco
durante largos períodos de tiempo.



La tortura y las leyes israelíes

En 1987, el gobierno israelí estableció una comisión dirigida por el ex presidente del Tribunal Supremo, Moshe Landau, para investigar los métodos de interrogación que utilizaban los Servicios generales de seguridad.

La Comisión Landau concluyó que en casos en los que es necesario obtener información para salvar vidas, el interrogador está facultado para aplicar «un grado moderado de presión física». Sin embargo, esta directiva que aceptaba la presión física –que contradice directamente el artículo 2 (2) de la Convención Contra la Tortura- todavía permanece sin revelar.

En 1996, la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (CDH-ONU) presentó sus observaciones concluyentes al primer informe de Israel con respecto al Convenio Internacional. La Comisión afirmó que «...los métodos de interrogatorio que han descrito las organizaciones no gubernamentales... no fueron desmentidos ni confirmados por Israel. La Comisión debe, por consiguiente, asumir que son exactos».

Según el Derecho Internacional, las declaraciones conseguidas bajo tortura no se pueden presentar como pruebas en ningún proceso judicial. Sin embargo, bajo las leyes israelíes, la información conseguida de los detenidos por cualquier medio, se puede utilizar libremente en los juicios, excepto como confesión. En 1999, el Tribunal Supremo israelí establecía que «si se considera que los medios de presión, sean los que sean, en realidad no influyen en el interrogatorio... no se podrá decir que la confesión ha sido el resultado del uso de medios inapropiados».

El pretexto de las «bombas de relojería»

En 1999 el Tribunal Supremo israelí aseguraba que los funcionarios de la seguridad no tienen autoridad legal para usar en los interrogatorios medidas físicas que no sean «razonables y justas». Sin embargo, el Tribunal dictaminó que los interrogadores que empleen una «presión física» prohibida pueden evitar la responsabilidad criminal si a continuación se demuestra que actuaban «en circunstancias apropiadas».

Al afirmar que «la necesidad de defensa probablemente surge» en el caso de las «bombas de relojería» aun cuando el peligro no es inmediato, el Tribunal Supremo no ha podido aclarar cuáles son esas «circunstancias apropiadas».

De esta manera cualquier palestino puede ser contemplado como una «pista» que lleva a conseguir información vital para impedir un ataque en un futuro cercano.

La tortura durante las Intifadas

Durante la primera Intifada (1987-1993) las fuerzas de seguridad israelíes interrogaron aproximadamente a 23.000 palestinos. El Comité Público de Israel Contra la Tortura estima que casi todos ellos sufrieron alguna forma de tortura.

Los métodos frecuentemente empleados contra los detenidos incluían:

. Atar a los detenidos en posturas dolorosas durante horas o días;

. Reclusión solitaria y confinamiento en pequeños y constreñidos cubículos;

. Palizas;

. Cubrir la cabeza del detenido con una bolsa;

. Sacudidas violentas;

. Privación de sueño y de comida;

. Exposición al frío y calor extremos;

. Abusos verbales y psicológicos;

. Abusos sexuales;

. Amenazas contra la vida de los detenidos o sus familiares;

. Falta de ropas adecuadas e higiene.

Desde el estallido de la segunda Intifada, en septiembre de 2000, se incrementaron las violaciones y se volvieron más sistemáticas.

La responsabilidad de investigar a los miembros de las fuerzas de seguridad sospechosos de crímenes, corresponde al Fiscal del Estado israelí. Desde el año 2000, la oficina del Fiscal del Estado ha recibido unas 500 denuncias. Hasta la fecha no se ha ordenado ni una sola investigación relacionada con la tortura.

El uso de escudos humanos es tortura

Durante la masacre del campo de refugiados de Yenín en 2002, los residentes fueron utilizados como «escudos humanos» por los soldados israelíes. A punta de pistola los obligaron a conducirlos hasta las casas y abrir las puertas de las viviendas en las que los soldados pensaban que podía haber trampas de explosivos.

La utilización de escudos humanos es una violación del artículo 16 de la Convención Contra la Tortura.

El Tribunal Supremo israelí prohibió esta práctica el 6 de Octubre de 2005.

Los soldados israelíes han seguido utilizando escudos humanos. Jóvenes palestinos e incluso niños de 11 años fueron utilizados como escudos humanos durante una invasión militar israelí en Nablús en marzo del 2007.



Mohammad Badwan, de 13 años, fue amarrado por los brazos a un jeep militar israelí en Biddo en Abril de 2004.

Tortura y Derecho Internacional

La Convención Contra la Tortura de 1984 define la tortura como «cualquier acto por el que un daño o sufrimiento grave, ya sea físico o mental, es inflingido intencionadamente a una persona para propósitos tales como obtener información o una confesión, castigándola, intimidándola o coaccionándola... cuando tal daño o sufrimiento es inflingido por un funcionario público».

Israel es el único Estado miembro de la Convención que impide al Comité Contra la Tortura acceder libremente a sus prisiones.

Bajo las leyes internacionales, Israel está obligado a emprender investigaciones y procesos judiciales por todas las denuncias de tortura.

Si Israel no puede hacerlo, todos los demás estados están autorizados, y por supuesto obligados, bajo el principio jurisdicción universal, a arrestar a los delincuentes sospechosos cuando estén en su territorio y enjuiciarlos o extraditarlos.

El Derecho Internacional no admite ninguna excepción a la prohibición de la tortura.






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Fuente: http://www.palestinemonitor.org/
Sobre el autor

Carlos Sanchís y Caty R. son miembros de Rebelión, Cubadebate y Tlaxcala, la red de traductores por la diversidad lingüística. Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, al traductor, a la revisora y la fuente.

URL de este artículo en Tlaxcala: http://www.tlaxcala.es/pp.asp?reference=4677&lg=es

TIERRA DE CANAÁN: 19/02/2008

viernes, 1 de febrero de 2008

Mientras se conmemoró el Día Internacional del Holocausto (enero 27), se silencia otro Holocausto, el palestino



Holocausto del Pueblo Palestino bajo la ocupación israelí
Resumen mensual de las violaciones israelíes


Desde el 1 de Diciembre hasta el 31 de Diciembre de 2007
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Desde el 1 de Diciembre hasta el 31 de Diciembre de 2007
Asesinatos Selectivos 2: El ejército israelí asesinó a 2 palestinos de la resistencia en ataques aéreos contra la ciudad de Gaza.

Muertes 63: Incluidos 1 mujer civil en su hogar; 1 preso en cárcel israelí de Jalbou como resultado de las negligencias médicas; 1 civil que fue atacado por los colonos ilegales; 2 oficiales militares y 48 palestinos de la resistencia entre otros.

Heridos 155: Incluidos 21 niños; 1 mujer civil; 1 anciano civil; 4 periodistas; 5 activistas internacionales de paz; 1 oficial militar y 40 palestinos de la resistencia.

Ataques 358: El ejército israelí de ocupación realizó 128 ataques durante incursiones en áreas residenciales palestinas; 50 ataques durante confrontaciones entre el ejército israelí y palestinos; 137 ataques desde los postes militares del ejército israelí hacia casas y propiedades civiles; 3 ataques desde los puntos de control (checkpoints). Además, los barcos de la marina de guerra israelí abrieron fuego en 6 ocasiones en Gaza y helicópteros de combate atacaron en 34 ocasiones.

Incursiones 770: 35 en la capital de Palestina, Jerusalem; 92 en Ramallah; 97 en Jenin; 30 en Toubas; 97 en Tulkarem; 57 en Qalqiliya; 66 en Nablus; 40 en Salfit; 61 en Jericó; 78 en Belén; 140 en Hebron; 6 en Gaza norte; 3 en Gaza; 4 en Gaza central; 3 en Khan Younis y 6 en Rafah, entre otras.

Detenciones y secuestrados 487: El ejército israelí de ocupación secuestró a 56 civiles palestinos en la capital Jerusalem; 37 en Ramallah; 22 en Jenin; 9 en Toubas; 42 en Tulkarem; 33 en Qalqiliya; 82 en Nablus; 14 en Salfit; 14 en Jericó; 35 en Belén; 77 en Hebron; 4 en Gaza central; 62 en Rafah. Los civiles arrestados incluyen a 31 niños; 2 civiles femeninos; 12 estudiantes; 1 profesor; 1 profesor universitario; 1 miembro del Consejo Nacional Palestno; 2 miembros del consejo municipal y 16 oficiales militares palestinos.

Demoliciones de Casa 5: El ejército israelí demolió 3 casas en la capital Jerusalem; 1 casa en Hebron y 1 casa en Khan Younis.

Ocupación de Casas 27: En los distritos de Jenin (2); Tulkarem (3); Nablus(6); Gaza central (6); Khan Younis (3) y en Rafah (7) casas.

Toques de Queda 14: El ejercito israelí impuso excedentes Toques de Queda en las áreas residenciales de los distritos de Qalqilya (7); Salfit (6) y en Hebron (1).

Clausura de caminos 107: Los puntos de caminos internacionales cerrados por el ejército israelí: el cruce de Rafah hacia Egipto y el Aeropuerto Internacional Yasser Arafat en 47 ocasiones, y los caminos de travesía hacia Israel en 60 ocasiones.

Puntos de Control Militar (Checkpoints) 435: Israel mantiene instalado ilegalmente puntos militares de control (Checkpoints) en Palestina: En Jerusalem, capital (73); Ramallah (48); Jenin (64); Toubas (6); Tulkarem (36); Qalqiliya (17); Nablus (13); Salfit (34); Jericó (12); Belén (36) y en Hebron (96).

Ataques Contra Sitios Religiosos 3: El ejército de ocupación israelí y los colonos ilegales en afrenta al lugar Sagrado, colgaron una muestra del templo (del rey Salomón) cerca de la Mezquita de Al-Aqsa en la Vieja Ciudad de Jerusalem e irrumpieron en el patio central de la Mezquita. En Tulkarem, las tropas israelíes penetraron por la fuerza en un Mezquita.

Asentamientos Nuevos 3: En los distritos de Ramallah (1); Nablus (1) y Salfit (1).

Ataques Violentos de los Colonos isarelíes 28: En la capital Jerusalem (2); Ramallah (2); Tulkarem (1); Qalqilya (6); Nablus (4); Salfit (2); Belén (1) y en Hebron (10) veces.
Cifras OLP.