domingo, 27 de julio de 2008

La noticia jamás contada de Ni'lin



Un bulldozer trabaja mientras es protegido por soldados israelíes en Ni´lin. Photo: Palestine Monitor.

La resistencia al robo de tierra por parte de Israel


Traducido del inglés por Beatriz Morales Bastos

“Un “terrorista” que conducía un buldozer mata a tres personas en Jerusalén al arrollarlas”, se leía en el titular de un artículo de CNN que describía el reciente atentado de un obrero de la construcción palestino que dejó tres israelíes muertos e incontables heridos. El buscador de noticias de Google indica que el brutal atentado fue mencionado en 3.525 artículos de prensa. USA Today, The New York Times, Los Angeles Times, BBC, Fox News y Al Jazeera así como todos los demás medios principales de comunicación cubrieron el incidente. Otros medios de comunicación menos conocidos, como The Khaleej Times en los Emiratos Árabes Unidos, The Edmonton Sun en Canadá y B92 en Serbia, también recogieron el hecho. Es más, se podría asegurar que prácticamente todos los medios del mundo ofrecieron algún tipo de cobertura del ataque.

Otra búsqueda de noticias en Google, esta vez utilizando el nombre de Ni'lin, da como resultado sólo 75 entradas. Unos pocos de los principales medios de comunicación han recogido la noticia de la valiente resistencia contra el robo de tierra perpetrado por Israel que han mantenido los habitantes de esta ciudad palestina situada en la ocupada Cisjordania, pero ni CNN ni Los Angeles Times ni USA Today lo han hecho. Fuentes como The Wall Street Journal y The New York Times ofrecieron un breve, nada más. Teniendo en cuenta que durante los dos últimos meses los residentes en Ni'lin han marcado un hito en la historia de la resistencia popular, la limitada cobertura de su campaña no es un mero descuido.

La historia de Ni'lin es la de una desposesión que no deja de aumentar. Los residentes en esta ciudad agrícola perdieron una gran parte de sus tierras en la guerra de 1948. Tras la de 1967, Israel se aprovechó de la ubicación de la ciudad cerca de la Línea Verde reconocida internacionalmente y empezó a confiscar sus tierras para asentamientos judíos. Primero se expropió 74 dunams (4 dunams equivalen a un acre) para el asentamiento de Shilat. Luego, otros 661 dunams para construir el asentamiento de Mattityahu. En 1985 se confiscaron 934 dunams para construir Hashmonaim y seis años más tarde, se apropiaron de 274 dunams para construir el de Mod'in Illit. Por último, en 1998, otros 20 fueron expropiados para el asentamiento de Menora. En total Israel se ha apoderado de más del 13% de las tierras de la ciudad para construir asentamientos.

En 2002 Israel empezó a construir el muro de separación, declarado ilegal por el Tribunal Internacional de Justicia. Hace poco se empezó a construir la sección al lado de Ni'lin; si se termina, Israel se apropiará de otros 2.500 dunams, o aproximadamente el 20% de la tierra que queda en posesión de sus habitantes.

Esta vez, sin embargo, ha sido demasiado para sus habitantes. A principios de mayo lanzaron su campaña para detener la desposesión y a pesar de los brutales intentos de detener el alzamiento (entre los que se incluyen un toque de queda y disparos que han costado cerca de 200 personas heridas), no tienen la menor intención de doblegarse. Esta no es una hazaña menor ya que los anales de la historia indican que es extremadamente raro que toda una ciudad se levante como una sola persona y lleve a cabo actos diarios de desobediencia, especialmente cuando se enfrentan a una respuesta tan violenta.

Los acontecimientos que se están desarrollando proporcionan además los ingredientes perfectos para una buena noticia. Durante los tres primeros días del toque de queda no se permitió a las ambulancias entrar en la ciudad; el cuerpo de una persona que había muerto permaneció a la entrada de la ciudad durante cuatro horas hasta que el ejército permitió a su familia recuperar sus restos; se impidió dejar la ciudad a una mujer que iba a dar a luz y tuvo alumbrar en casa; los soldados detuvieron a un niño de doce años en su casa y lo retuvieron durante dos días sin cargos; mujeres ancianas fueron golpeadas y tres residentes resultaron heridos de gravedad por armas de fuego.

Entonces, ¿por qué la mayoría de los medios no cubrieron la campaña mientras se estaba desarrollando? La razón es bien sencilla: cubrir la lucha en Ni'lin habría hecho añicos la percepción estereotipada del conflicto palestino-israelí que proporcionan los principales medios de comunicación. A diferencia del ataque con el buldozer, que refuerza la manera dominante de entender este conflicto, los acontecimientos de Ni'lin revelan una realidad mucho más compleja. La noticia no se refiere a palestinos que cometen actos de terrorismo contra la población civil, sino a actos populares de desobediencia civil que persisten a pesar de la despiadada represión de un poder ocupante.

Otro aspecto de Ni'lin que va en contra de los estereotipos existentes es que palestinos y judíos no luchan en lados diferentes de la contienda, sino que numerosos judíos israelíes y activistas internacionales permanecen al lado de los residentes palestinos mientras estos tratan de impedir que los buldózeres del ejército destruyan las tierras de Ni'lin's. Es más, entre los heridos hay muchos israelíes.

En otras palabras, la historia de Ni'lin es la historia de un pueblo colonizado que resiste a la ocupación. Esta no es la manera como la corriente dominante de los medios de comunicación acostumbra a retratar el conflicto isralo-palestino y a juzgar por los resultados de la búsqueda en Google, la mayoría de los responsables de esos medios no están dispuestos a cambiar su enfoque. La histórica campaña de Ni'lin, así como muchas otras campañas de masas y no violentas de desobediencia civil contra la ocupación en lugares como Bi'lin y A'ram, sigue sin ser publicable.

Epílogo.

Cuando el ejército israelí se dio cuenta de que la violencia sobre el terreno no podía detener la ofensiva de resistencia de los residentes empezó a detener a quienes protestaban, tanto palestinos como israelíes, con la esperanza de que enormes costes legales harían el trabajo. Para ayudar a cubrir los costes legales en Ni'lin, clicar aquí http://www.awalls.org/donations.

Neve Gordon enseña política en la Universidad de Ben-Gurion. Se pueden leer sus artículos y su último libro, Israel's Occupation (University of California Press) en www.israelsoccupation.info.

Enlace con el original:http://www.counterpunch.com/gordon07192008.html

lunes, 30 de junio de 2008

Refugiados palestinos, un crimen contra la humanidad



Por: Embajador Suhail Hani Daher Akel (*)

El exilio de los palestinos constituye una grave violación a los principios básicos de la ley internacional de los derechos humanos y un crimen contra la humanidad. Israel es el responsable.

La población de Palestina ocupada es de 3.8 millones de palestinos (según censo julio 2005), entre ellos casi 300 mil viven en Jerusalem ocupada. Por su parte, 1.4 millón de palestinos viven en la línea de 1948, bajo bandera israelí.

Se estima en más de 6 millones de desplazados y refugiados palestinos. Incluidos los refugiados palestinos de 1948, luego de la unilateral creación de Israel sobre Palestina y el robo de su tierra.

Las Naciones Unidas el 11 de diciembre de 1948, en su resolución 194, obligó a Israel el retorno de los refugiados palestinos a sus hogares. La potencia ocupante convirtió la resolución en tinta sobre papel y nunca la respeto. El mundo calló.

Los refugiados registrados por la UNRWA, superan los 4.5 millones de palestinos. Los no registrados desde 1948, alcanzan 1.54 millón. Luego de la guerra de ocupación israelí de 1967, 753 mil palestinos más fueron convertidos en refugiados, perdiendo sus hogares y sus tierras.

Según Naciones Unidas, el 20 de Junio se conmemora el "Día del Refugiado". Después de 60 años de exilo, para los palestinos fue un día más en su largo camino de sufrimiento.

Con motivo de la fecha. Las estadísticas de la agencia de refugiados United Nations Relief Works Agency (UNRWA), registraron en los finales de 2007, la conmovedora cifra de 4.56 millones de refugiados palestinos. De ellos, el 41.7 por ciento vive en Jordania, el 23 por ciento en la Franja de Gaza, 16.3 por ciento en la Zona Norte de Palestina (Ribera Occidental), 9.9 por ciento en Siria y el 9.1 por ciento se encuentra en el Líbano.

El porcentaje de los refugiados en el territorio palestino ocupado, en el año 2006, representó el 44.6 por ciento de la población palestina. De los cuales, el 19.4 por ciento vive en la Ribera Occidental y 25.2 por ciento en la Franja de Gaza.

Según datos propiciados por la Oficina Central Palestina de Estadísticas (PCBS siglas en inglés), los refugiados en Palestina ocupada se caracterizan por ser una población joven. El 45.8 por ciento están por debajo de los 15 años de edad, en relación del 45.3 por ciento de los no refugiados. Mientras, el 2.8 por ciento son mayores de 65 años.

La terrorista sionista y luego premier israelí Golda Meir, solía decir en la década del ’70: “no les tengo miedo a los guerrilleros (fidayines) palestinos, sino al vientre de las mujeres palestinas”.

El grado de fertilidad de los refugiados en el territorio palestino ocupado en el 2006, fue de 5 nacimientos por mujer madre. Tasa similar, tuvo la mujer palestina refugiada en Jordania, en el 2000. En Siria, 3 en el 2003 y con más de 3 nacimientos en los campos del Líbano en 2006.

Más del 2.6 por ciento de los refugiados se ven afectados por discapacidad, a diferencia del 2.4 ciento de los no refugiados. Además, el 9.8 por ciento sufren enfermedades crónicas y están medicados.

Sobre el índice del desempleo. Los refugiados mayores de 15 años en Palestina, durante el primer trimestre de 2008, pasó los niveles del 26.1 por ciento, comparado con el 20 por ciento de los no refugiados.

En el tema del analfabetismo. Los refugiados mayores de 15 años en el territorio palestino durante el primer trimestre 2007, marcó el 5.7 por ciento, frente al 6.5 por ciento de los no refugiados. El grado de analfabetismo entre los palestinos de los campos de refugiados de Jordania en el 2000, fue aproximadamente del 17.6 por ciento. En Siria, durante el 2006, superó el 16.5 por ciento y en el Líbano llegó al 25.5 por ciento.

Finalmente, la tasa de deserción escolar de los niños refugiados de 6 años en adelante, alcanzó el 22.6 por ciento en las escuelas palestinas durante el 2006. El 23.4 por ciento de ellos, fueron varones y 21.8 por ciento, mujeres.

En mi condición de refugiado palestino desde 1948, estoy apesadumbrado por la indiferencia y la falta de reacción del mundo por este flagelo.

(*) ex Embajador del Estado de Palestina en la Argentina

© Copyright, Suhail Hani Daher Akel, Se puede publicar, traducir o distribuir sin modificar el contenido y citando la fuente y el autor.

miércoles, 14 de mayo de 2008

Israel cumple 60 años




Por Eugenio García Gascón

Los israelíes judíos creen que es un milagro que su Estado se haya sostenido durante 60 años y están dispuestos a que viva otros 60. Su incontestable potencia militar les garantiza el presente y el futuro sin que ningún país de la zona, incluido Irán, represente una amenaza vital para su existencia.

Desde el 14 de mayo de 1948, Israel se ha transformado de un país espartano en uno con una economía boyante reconocido erróneamente por Occidente como un baluarte occidental en el océano de fundamentalismo e inestabilidad con que se caracteriza al mundo árabe.

Israel, sin embargo, es un Estado lleno de contradicciones, donde la religión y el nacionalismo viven en estado puro y cada vez son más decisivos. Un país donde ser judío -y lo son tres cuartas partes de sus siete millones de habitantes- te abre todas las puertas, mientras que no serlo te las cierra, y donde la corriente mayoritaria ahoga y margina con saña cualquier disidencia.

Una buena señal de los últimos años es la irrupción de la nueva historiografía israelí, una historia objetiva que no es compatible con la que se ha escrito hasta ahora. En total, los nuevos historiadores apenas han publicado una decena de libros, frente a los millares que forman el bagaje de la historiografía sionista tradicional, basada en la omisión, cuando no directamente en la mentira.

La guerra entre unos y otros es enconada y no se ahorran odios, aunque en Israel la nueva historiografía no tiene muy buena entrada y en los colegios se siguen enseñando los mismos temas y enfoques que aplicó el primer sionismo.

El escándalo de la ‘naqba'

Recientemente, la ministra de Cultura trató de introducir en el currículo escolar el concepto de naqba, que significa "desastre nacional" y es la palabra que los palestinos utilizan para referirse a la tragedia de 1948. El escándalo fue de tal envergadura que la ministra tuvo que dar marcha atrás.

Tal vez a algunos les pueda parecer irónica la nula sensibilidad del sionismo respecto a los palestinos, máxime si se tiene en cuenta que este mismo sionismo presiona a Occidente para que se enseñe más y más el Holocausto en los colegios y universidades de todo el mundo.

El último volumen de la serie de los nuevos historiadores, recién traducido al español, es La limpieza étnica de Palestina. Su autor, Ilan Pappe, fue profesor de la Universidad de Haifa hasta el año pasado, cuando se marchó al Reino Unido. En Israel le hacían la vida imposible y Pappe se tomó en serio las amenazas. Cuando iba a la cafetería de la universidad todo el mundo se levantaba y la abandonaba como si de un apestado se tratara.

La sociedad israelí judía es diversa en cuanto a la enorme influencia de la religión y el sionismo, pero al mismo tiempo es compacta y apenas presenta algunas pequeñas grietas que no amenazan la sólida estructura de un Estado extrañamente variado y uniforme al mismo tiempo.

El israelí medio es un judío cuya vida está marcada por la religión y el sionismo desde que nace hasta que se muere. La máxima latina "Soy hombre y nada humano me es ajeno" se ha adaptado en Israel a "soy judío y nada judío me es ajeno". Lo demás le importa muy poco.

Burbuja judía

Un buen ejemplo es que la prensa hebrea apenas da noticias del extranjero. Y no digamos la televisión. El diario de mayor difusión, el Yediot Ahronot, que se vende bastante más que todo el resto de la prensa junta, rara vez da una noticia internacional. Y, cuando la da, suele ser de la guisa de: "Madonna practica la cábala" o "¿Se ha convertido Madonna al judaísmo?". "Michael Jackson es un antisemita" o "Crece el antisemitismo en el mundo" son otros ejemplos. Se puede generalizar sin riesgo de errar que los israelíes viven encerrados a cal y canto en una burbuja judía, en un gueto sionista impermeable.

Es cierto que en ocasiones, de vez en cuando, se produce alguna disidencia, como cuando un pequeño grupo de soldados denuncia los abusos que el Ejército practica con los palestinos, o cuando ocho o diez personas, no más, se manifiestan delante de la residencia del primer ministro. Son acciones solitarias que tienen alguna repercusión en el extranjero porque la prensa tiene que escribir de algo. Pero su incidencia en Israel es nula.

domingo, 4 de mayo de 2008

El comienzo filosófico de la caída de Palestina y su Capital Jerusalem




Suhail Hani Daher Akel
www.suhailakeljerusalem.com

A principios del año 1897, fueron realizados serios preparativos por parte del lobby europeo judío para llevar a cabo la primera Conferencia Sionista en Munich, Alemania. Cuando las invitaciones oficiales se enviaron, los judíos se enfadaron y declararon su indignación. La Prensa Judía Alemana consideró la Conferencia como una traición y los Rabinos deploraron el evento. Por consiguiente el lugar de la conferencia fue trasladado a la ciudad de Basilea, Suiza.

La Conferencia encabezada por el húngaro-judío Theodor Herzl , fue convenida en la ciudad de Basilea del 29 al 31 de Agosto de 1897 y participaron 204 miembros judíos, representando a 15 países, entre ellos 1 árabe judío de Argelia. Los judíos de Palestina no participaron y se opusieron.

Finalizada la reunión, el programa colonial sionista de la Conferencia detalló los medios para lograr su objetivo:

Impulsar el asentamiento en Palestina, especialmente de granjeros y artesanos.
Fundar establecimientos públicos y locales apropiados para organizar y reunir a los judíos, de acuerdo a las reglas válidas en cada país.
Revivir el sentimiento nacional judío.
Adoptar los pasos preparatorios aprobados por los gobiernos para volver realidad los objetivos Sionistas de un Estado judío en Palestina.
Adaptar una bandera con la estrella de David y un himno.
Adaptar la recolección de dinero de gobiernos amigos y de los judíos del mundo.

La Conferencia también fundó la Organización Sionista Mundial y eligió a Herzl como su presidente. Ratificó la constitución, estructura, número de miembros de la organización y otorgó el derecho de miembro a todos los judíos abarcados por el programa de Basilea, pagando estos una abultada cuota anual.


El periodista Theodor Herzl, aseguró este programa colonial en su diario personal: “Si quisiera resumir el objetivo de la Conferencia de Basilea en una sola palabra – una palabra que no voy a pronunciar abiertamente - diría: en ésta conferencia, he sentado las bases de un Estado Judío”. Además, Herzl, escribió en su libro Der Judenstaat (Estado Judío) en 1896: “colonizar Palestina; federar y judaizar a los judíos; reafirmar el sentimiento nacional y gestionar la suficiente presión sobre los gobiernos para alcanzar el objetivo sionista”.


La Conferencia de Basilea fue considerada un punto fundamental de giro en la historia de la ideología sionista y trabajó en dos frentes: Primero: el frente local, dirigido a anteceder sus disposiciones y a ganar la fidelidad del mundo judío. Segundo: el frente externo, dirigido a lograr el apoyo del movimiento colonial europeo, para la creación del Estado judío en Palestina.


Pronto, la maquinaria propagandística encontró asidero en la publicidad y sentó el programa sionista de Basilea y la decisión principal tomada: “el propósito principal del sionismo es crear una patria para los judíos en Palestina, procurada por el Derecho Público.”


Después de 51 años, el 15 de mayo de 1948, los sionistas crearon con la fuerza de su terrorismo al Estado de Israel sobre la tierra Palestina, la masacre y el exilio de su pueblo palestino.


Desde 1948 hasta el 2008, pasaron 60 años y los sionistas-israelíes, sobre la base del terrorismo de Estado, siguen negando el derecho legitimo del pueblo palestino a su Estado propio, el retorno de los refugiados, el derecho sobre Jerusalem y su libertad.


El 10 de Noviembre de 1975, el sionismo fue condenado por Naciones Unidas en su Resolución 3379, como “Racismo y Expansionismo”. Fue demasiado tarde.

Mayo de 2008

(*) Suhail Hani Daher Akel es ex Embajador del Estado de Palestina en la Argentina


© Copyright, Suhail Hani Daher Akel, Se puede publicar, traducir o distribuir sin modificar el contenido y citando la fuente y el autor.

viernes, 18 de abril de 2008

LA MUERTE DE FADEL SHANA POR EL EJERCITO ISRAELI

El miércoles pasado un camarógrafo de la Agencia Reuters de nombre Fadel Shana murió en la Franja de Gaza asesinado por el Tasahal el Ejeército Israelí.

Según informaran Fadel Shana, de 23 años, estaba cubriendo para la Agencia Reuters con sede en Londres los ataques del Tasahal a la población palestina, pero claro esto no era bueno que se supiera.

El vehículo en el que viajaba Shana se detuvo y el periodista camarógrafo comenzó a filmar donde se encontraban los israelíes, es de destacarse que tanto él como su vehículo tenían bien visible el logo de la Agencia y el cartel que los individualizaba como PRENSA.

Desgraciadamente esta fue la ultimo que filmó Fadel Sahan, en los restos de su cámara encontraron la filmación de cómo se ve el disparo de un misil y como la cámara se pone en oscuro, Fadel Sahan habia muerto, además de 2 transeúntes que pasaban en bicicleta, pero esto en definitiva no importaba, total eran dos palestinos.

El examen médico a que se ha sometido a Shana muestra que éste falleció por dardos de metal de un proyectil de un tanque israelí que estalló en el aire, según indicaron los médicos que le atendieron.

Es de destacar que estos misiles conteniendo dardos están prohibidos por las leyes y convenciones de la guerra.

Las radiografías mostradas por los médicos que examinaron el cuerpo del reportero en el hospital Shifa de Gaza muestran varios de estos controvertidos dardos en el pecho y las piernas.

Además, se encontraron varios de estos dardos de tres centímetros en la chaqueta de Shana, que llevaba el rótulo 'Press' (prensa), y en su vehículo, un coche deportivo blindado con las señales 'TV' y 'Press'.

"Las marcas en el vehículo de Fadel Shana mostraban claramente y sin ambigüedad que era un periodista profesional haciendo su trabajo. Nosotros y los militares debemos trabajar juntos de forma urgente para entender por qué se produjo esta tragedia y cómo pueden evitarse incidentes similares en el futuro", añadió. editor jefe de Reuters News, David Schlesinger.

El doctor Yunes Ramadan Awadalá, uno de los facultativos que examinó el cuerpo de Shana, dijo que éste sufrió múltiples laceraciones de los proyectiles, algunas de las cuales aparentemente entraron en su pecho a través de su cuello y su hombro, cortando su espina dorsal.

Una joven mujer portavoz del Tsahal (Ejército israelí), preguntada por el hecho de que Shana habría muerto por dardos israelíes, dijo que "las Fuerzas de Defensa de Israel por norma general no comentan las armas que usan, y que "Los dardos son legales en virtud del Derecho Internacional y una demanda ante el Tribunal Supremo (israelí) contra su uso fue desestimada", añadió.

martes, 1 de abril de 2008

Día de la Tierra

La tierra palestina, su perdida y su día
Día de la Tierra


Por: Embajador Suhail Hani Daher Akel (*)

La historia y la vida palestina fue difícil. Solo un parámetro permitió comprender la tragedia. Desde el primer mártir palestino Jesús hasta el mártir Yasser Arafat, el pueblo palestino no logró respirar la brisa de libertad sobre su tierra.

“Y combatieron los hijos de Judá a Jerusalem y la tomaron y pasaron a sus habitantes a filo de espada y pusieron fuego a la ciudad” (Jueces 1:8). Desde aquella primera invasión hebrea a Palestina por Jericó en 1020 aC, hasta la actual ocupación israelí, su tierra fue usurpada, maltratada y dañada por cuanto poder colonial llegó a esa dorada llave mediterránea que une tres continentes.

Durante su historia, en Palestina vivieron y compartieron una misma tierra y un solo país los judíos, cristianos y musulmanes con su única identidad de palestinos. A diferencia de otras partes del mundo, el palestino judío no solo no sufrió persecución y discriminación por los otros palestinos, sino, fue una parte inseparable de las otras dos religiones con el respeto a sus instituciones y sus lugares sagrados.

Como testimonio. El italiano judío David dei Rossi, llegó en 1535 como inmigrante a Palestina, bajo la ocupación del imperio Otomano, y se sorprendió al observar que los judíos ocupaban puestos incluso en el gobierno, algo que resultaba inesperado en Europa, expresando: “Aquí no estamos en el exilio, como en nuestro país. Aquí... los guardianes de las aduanas y los peajes son judíos... No hay impuestos especiales para ellos”.

Diametralmente opuestos a los palestinos judíos, en Europa, los sectores del establishment judaico acoplados a la política sionista suspiraron por un sueño colonial. Aventajados por un mundo envuelto en dos guerras mundiales y el holocausto que acabó con la vida de 55 millones de personas, las presiones y chantajes del lobby sionista dentro de la Cámara de los Lores de Gran Bretaña y sobre los victoriosos gobiernos de Europa, sumaron el deseo de éstos de sacarse de encima la cuestión judía.

Las teorías del padre del sionismo, el húngaro Theodor Herzl, de crear un Estado judío en la lejana tierra de Palestina estimuló y se enraizó en el pensamiento europeo: “Colonizar Palestina; federar y judaizar a los judíos; reafirmar el sentimiento nacional y gestionar la suficiente presión sobre los gobiernos para alcanzar el objetivo sionista” (Theodor Herzl, 1896).

La estrategia no tenia ética, ni reparo. Así como estrecharon sus contactos con los regímenes europeos pos guerra, anteriormente, lo hicieron con el fascismo italiano y el nazismo alemán. Entre los notables judíos de Europa, Vlademir Jabotinsky, admirador del fascismo de Benito Mussolini, expresó: “¿Qué queremos?, queremos un imperio judío, al igual que Italia”.

Según la agencia de noticias fascista Avanti Moderno, en 1935 el Congreso Sionista Revisionista logró el apoyo de Mussolini. Durante ese año, el líder italiano le hizo saber su deseo al Gran Rabino de Roma Israel Zoller (Eugenio Zolli): “Las condiciones necesarias para el éxito del movimiento sionista es poseer un Estado judío... Hay una persona que conoce esto muy bien y es el ciudadano fascista Jabotinsky”.

En medio de la persecución a los judíos, Mussolini, ayudó logística y económicamente a Jabotinsky organizar la juventud revisionista (luego partido Likud) y los escuadrones judíos Betar, luciendo camisas negras al igual que las filas fascistas. Sucedido por el sionista Menahem Beguin (luego premier israelí en 1977 por el Likud), prefirió cambiar el negro por la vestimenta marrón-pardo del movimiento hitleriano.

En relación. Vale recordar, entre otros, dos hechos que detonaron la conciencia. El primero: cuando en 1933 la Federación Sionista de Alemania envió una carta de apoyo al partido Nazi, resaltando: "... la fundación del nuevo Estado, nazi, el cual ha establecido el principio de raza, deseamos así adaptar nuestra comunidad dentro de la estructura total, en la esfera a nosotros asignada, es posible una actividad fructífera por la patria…" (Zionism in the Age of the Dictators, Wesport. L. Brenner 1983:48). El segundo: pese al sufrimiento judío en la Alemania Nazi, existió una complicidad sin tapujos entre el sionista Arthur Hagen, Director de la Judenreferat (oficina de Asuntos Judíos de la SS) y Adolf Eichmann, miembro de la SS y director del Judenreferat (secuestrado por la Mossad en la Argentina el 11/5/1960 y ejecutado en Israel). Ambos, de manera abusiva en octubre de 1937 viajaron juntos a Palestina. Al prohibirles la ocupación británica su descenso en el puerto de Haifa por la presencia del militar nazi, se dirigieron al Cairo para reunirse con los referente sionistas sembrados en la región.

Los sucesores y seguidores de los espurios temperamentos fueron los padres fundadores de Israel, y de estos recientes dos últimos liderazgos israelíes de Ariel Sharon y Ehud Olmert, los que levantaron su espada herodiana contra el pueblo palestino. Entre los fundadores, también jugó un rol fundamental el laborismo sionista-socialista (partido Laborista), encabezado por David Ben Gurión, Golda Meir y Shimon Peres, como la cara socialista del movimiento obrero sionista. Sin embargo, la contradicción golpeó en un insólito socialismo que aspiró y colonizó por las armas una tierra ajena y habitada. Sus acciones y declaraciones compitieron con los sectores más reaccionarios y racistas: “No hay nada que puede llamarse palestinos, ellos simplemente no existieron” (Golda Meir, The Sunday Times, 15/6/1969).

Con poderes fluctuantes, conciencias dormidas y silencios cómplices el sionismo encontró su especial madriguera para elaborar su plan

Frente al concierto de iniquidades. La tierra se desgarró. Los milicias sionistas desembarcaron a finales de la década del ‘30 en Palestina con el aval de la fuerza ocupante británica y organizaron clandestinamente los grupos terroristas del Irgun Tzavai Leummi, Stern, Palmaj y Haganah (luego Tzahal ‘ejercito israelí’). Su violencia sembró el terror en las indefensas poblaciones palestinas y luego arremetieron contra sus propios socios británicos obligándolos a retirarse, sin antes haberles cedido por decisión británica todo sus armamentos pesados. Yizthak Shamir, como premier israelí en la década del ‘90, conmemorando el 51 aniversario de su agrupación Stern, “Justificó el terrorismo para la fundación de Israel”, y admitió que “ los judíos extremistas que él contribuyó a fundar y dirigir hicieron bien en apelar al terror para establecer el Estado de Israel” (Clarín, Buenos Aires, 5 sept. 1991).

Sin respetar la esencia, la raíz y la milenaria presencia del semita pueblo palestino sobre su propia tierra, las Naciones Unidas con extralimitadas facultades y apresurados desempeños con su pluma de la partición, certificaron en 1947 rasgar la tierra palestina y asolar a su pueblo. Como consecuencia. Sobre 418 ciudades y aldeas arrasadas; kilómetros de ricas tierras agrícolas quemadas; olivares, frutales y cactus arrancados; montañas, llanuras, aguas, ríos y mares usurpados, y su nativo pre-bíblico pueblo diezmado con el 60 por ciento de su población echados al mar y convertidos en refugiados, los lideres terroristas sionistas en voz de David Ben Gurión, declararon unilateralmente en mayo de 1948 la creación del Estado judío sobre la mayor parte de la tierra de Palestina y lo llamaron Israel. Estados Unidos, y minutos más tarde, la Unión Soviética, lo reconocieron inmediatamente, como un ejemplo a seguir por los países partidarios de los dos poderosos bloques de la Guerra Fría.

Pecar por omisión. Con el nuevo orden internacional de Yalta; choques de poderes y entrecruzados lobby económicos y políticos, los sionistas junto con su nuevo socio estadounidense, fueron los responsables de arrastrar premeditadamente a la ONU para cometer un doble error por omisión. Primero: el ejecutar una partición sin el consentimientos de sus ciudadanos y sobre una tierra totalmente habitada para la creación de otro Estado, por ende, la llegada masiva de gente ajena al lugar y el recambio de un pueblo por otro. Lo segundo: haber resuelto oficialmente una partición para un Estado judío (55%) y la continuidad de Palestina como Estado, incluyendo a Jerusalem internacionalizada (45%), y luego, violando su propia resolución jurídica 181, reconoció en 1949 al Estado de Israel con el 78 por ciento de la tierra (20,796 Km2), incluyendo el sector occidental de Jerusalem, es decir, un 23 por ciento más de lo asignado, y no reconoció al mismo tiempo, el estatus jurídico del Estado de Palestina y sus líneas fronterizas por ellos demarcada. Como resultado. El no reconocimiento del Estado palestino hasta la fecha, es el principio y la continuidad del sangriento conflicto palestino-israelí y la debilidad de la ONU para resolverlo sobre sus propias leyes.

Frente al tsunami de injusticias, es imposible soslayar responsabilidades. El armisticio firmado entre los países árabes e Israel entre 1948/49 y el no haber exigido antes de la firma el inmediato reconocimiento del Estado árabe palestino, le permitió a Israel entrar por la puerta grande de las Naciones Unidas como un país amante de la paz (principal consigna de la ONU), mientras, la situación palestina pasó a ser una mera cuestión de refugiados.

La fortaleza militarista del nuevo Estado y la belicosa metodología utilizada, los alejó de la ética religiosa judía y lo convirtió en un estado sionista, tal como lo denunció en reiteradas oportunidades el Rabino Moshe Hirsh, líder de la agrupación rabínica Nuterei Karta: “Israel no es un Estado judío, sino un Estado sionista”, entre otras de sus declaraciones, recalcó: “...Este lugar se llama Palestina. Los judíos vivían aquí perfectamente hasta que llegaron esos que se aprovecharon de la cuestión judía para sus propios intereses, los sionistas”. (El Mundo, España 24/4/2004). Por su parte, el humanista científico alemán-judío Albert Einsten, rehusó la oferta sionista de ser presidente de Israel, alegando: “Mi naturaleza esencial del judaísmo se resiste a la idea de un Estado Judío con fronteras, con un ejercito y con cierta cantidad de poder temporal”.

Al respecto, los históricos vaivenes contradictorios de los liderazgos americanos sobre la cuestión, se reflejaron en el perfil del actual presidente George Bush, tibiamente favorable a un Estado palestino, pero avalando en el silencio de la práctica los asentamientos, el muro, los crímenes israelíes y el inhumano boicot contra el pueblo palestino por sus democráticas elecciones del 2006. Oportunamente, la actitud política del entonces presidente Henry S. Trumman, apoyando enfáticamente la creación de Israel sobre tierra palestina, no coincidió con su gnosis personal redactada en 1947 en su diario: “Los judíos son muy, muy egoístas...A los judíos no les importa cuántos estonios, finlandeses, polacos, yugoslavos o griegos son asesinados o maltratados, siempre que los judíos reciban un trato especial. Sin embargo, cuando tienen poder físico, financiero o político y cuando llegan a la prosperidad, son pocos los que recuerdan su condición pasada" (The Washington Post - Estados Unidos, Rebecca Dana y Peter Carlson, julio 2003).

Sus líderes pasaron rápidamente del terrorismo al terrorismo de Estado

El director general del ministerio de Defensa, Shimon Perski (Shimon Peres), se convirtió en el arquitecto del plan nuclear. Entre las décadas del ‘50 y finales de los ‘60, Israel desarrolló su poderoso programa atómico con la ayuda financiera-logística de Francia, instalando bajo la supervisión de Peres, el reactor nuclear de Dimona en el desierto de Bersheba, convirtiéndose en el
quinto mayor arsenal mundial de bombas nucleares.

El hábil enriquecimiento de uranio hallado en el Neguev palestino, más el alto poder destructivo acumulado en más de dos centenares de ojivas nucleares listas para ser disparadas sobre mísiles tiera-tierra, agitó la preocupación del científico israelí Mordachei Vanunu, que se fugó a Londres denunciando con pruebas palpables, que: “Israel tiene un poder nuclear capaz de volar la región en segundos” (The Sunday Times,1986). Con la mayor de las impunidades y los posibles graves riesgos para la región, Israel, nunca permitió la entrada de observadores y es el único país que no firmó el Tratado de No Proliferación Nuclear. Mientras con su agresiva política regional, bombardeó la Central Nuclear de Irak en 1981; más recientemente, en el 2007, destruyó el material nuclear norcoreano en una base secreta de Siria y amenazó constantemente con bombardear el programa nuclear de Irán.

La indiferencia internacional, la permanente provocación israelí a los países árabes fronterizos, esencialmente contra Siria y Egipto, la necesidad de expandirse y la rutina de enfrentamientos se tornó en guerra. El general Yizthak Rabin ya había ordenado la movilización durante el mes de mayo. En menos de tres horas a partir de la madrugada del 5 de junio de 1967, la fuerza aérea israelí destruyó 286 aviones de guerra egipcios que no alcanzaron a tomar vuelo, 13 bases aéreas y 23 estaciones de radar, mientras sus fuerzas terrestres, acorazadas y aéreas invadieron los territorios árabes en los cuatro frentes de Palestina (bajo control jordano-egipcio), Siria, Egipto y Jordania. El primer día ocuparon Gaza y al mediodía del tercer día cayó la ciudad vieja de Jerusalem.

Por la falta de coordinación militar árabe y el complot interno sufrido por el presidente egipcio Gamal Abdel Nasser, los israelíes ocuparon en seis días la totalidad de la tierra de Palestina, es decir, el 22 por ciento restante de 1948, incluyendo el sector Este de Jerusalem (6.213 Km2); el Golán de Siria (1.115 Km2), la península del Sinai egipcio (61.175 Km2 - devuelto) y un pequeño sector de Jordania. Naciones Unidas en su resolución 242, exigió la retirada de los “territorios árabes ocupados”. No solo no fue acatada por la potencia ocupante, sino, fue victima de la semántica conflictiva ante la interpretación y falta de la palabra “todos los territorios árabes ocupados”. Los israelíes sacaron sus propias ventajas.

Ungido de la probeta de la ONU, Israel, continuó con su política de tinta sobre papel e hizo caso omiso a todas las resoluciones, a las leyes jurídicas internacionales, los artículos de la Convención de Ginebra de 1949 y se mantuvo en los territorios árabes.

Palestina terminó de perder toda su tierra y su capital Jerusalem

Aunque el ministro de Defensa Moshe Dayan, uno de los responsables de la invasión, al entrar junto con Rabin en 1967 a la vieja ciudad de Jerusalem, exclamó: “...entramos a esta ciudad para quedarnos para siempre”, varios años después, no ignoró el daño impuesto al pueblo palestino y fue de los pocos militares sionistas que se arrepintió: "Llegamos a este país que ya estaba poblado por árabes, y estamos estableciendo aquí un estado hebreo, es decir judío... aldeas judías fueron construidas reemplazando aldeas árabes... No hay una sola comunidad en el país que no haya tenido antes una población árabe... Ante los propios ojos (de los palestinos) estamos apoderándonos de la tierra y de las aldeas en las que han vivido ellos y sus antepasados... Somos la generación de los colonizadores, y sin un casco de acero y sin el cañón de un fusil no podremos plantar un árbol ni construir una casa" (Pecados Originales).

Apenas 19 años -1948/1967-, la milenaria tierra palestina quedó erosionada, borrada de los mapas y los Atlas. Dejó de ser Palestina para ser llamada Cisjordania o Ribera Occidental (West Bank) y Gaza. Peor aún, los israelíes la llaman "Samaria, Judea y Gaza". Desde ese entonces y hasta la actualidad, la tierra de la tuna, la miel y la leche; de los grandes sabios, de la poesía y los agricultores; de los olivares, la vid y las cabras, se convirtió en una tierra militarista, con sonido nuclear, tambores de guerra, olor a pólvora y muerte; de extremistas, asentamientos ilegales y muros de apartheid.

Impusieron su plan. La profecía del Herzl en aquel primer Congreso Sionista de Basilea en agosto de 1897, quedó plasmado: "Si tuviera que resumir el Congreso de Basilea en una frase -cuyo pronunciamiento público he de evitar- sería esta: en Basilea fundé el Estado judío”. (Theodor Herzl, de su diario personal).

Batalla de Al Karameh, 40 años
Exiliado en países árabes, el comandante Yasser Arafat erigió el santuario de la lucha nacional. Organizó las fuerzas revolucionarias palestinas de Al-Fatah en la década del ’50 y el 1° de enero de 1965, la revolución imprimió su primera presencia al dinamitar la ilegal central de bombeo israelí de Aílabun, utilizada para la usurpación del agua palestina,

Embebido de soberbia por el triunfo sobre tres países árabes en seis días de guerra, Moshe Dayan ordenó terminar con el grupo palestino instalado en la aldea jordana de Al Karameh (dignidad en árabe). Durante la noche del 21 de marzo de 1968, la poderosa fuerza israelí entró en la aldea y su sorpresa fue la resistencia palestina. Arafat, logró hacerle saborear al colonialismo israelí su primera derrota. Luego de tres días de encarnizados combates, huyeron abandonado su muertos y todos sus armamentos pesados. Israel comprendió la lección. No pudieron aniquilar a los palestinos, y los palestinos comenzaron a soñar con el retorno a su tierra perdida.

La revolución con la batalla ganada y las piedras de la Intifada de 1976 en Galilea, de 1987 en Jabalya, Gaza y de 2000 en Jerusalem, fue para la potencia ocupante demoledor. Pese a su retórico mito de acusar la resistencia palestina de “terrorismo”, no logró reducirla.

El terrorismo de Estado de Israel, con su fuerza motriz se constituyó como tribunal, juez y verdugo, cometiendo desde 1965 una flagrante limpieza étnica para frenar la revolución y cualquier posibilidad palestina de alcanzar su independencia y la restitución de su Estado, asesinando de manera masiva y selectiva a miles de palestinos y sus referentes. Entre los muchos miles de mártires, se encuentran: Ghassan Kanafani, portavoz del Frente Popular para la Liberación de Palestina-FPLP, asesinado por un coche bomba el 8 de julio de 1972 en Beirut. Mahmoud Al-Hamshari, miembro de Fatah-OLP, fundador de la Fuerza 17, asesinado el 4 de mayo de 1975 con explosivo en el teléfono de su casa de París. Khalil al Wazzir (Abu Jihad), líder de Fatah-OLP, asesinado el 16 de abril de 1988 en su casa de Túnez, por un comando israelí dirigido por el ex premier Ehud Barak. Salah Khalaf (Abu Iyad), líder de Fatah-OLP, muerto el 14 de enero de 1991 en Túnez. Fathi Al-Sheqaqi, secretario general de la Yihad Islámica, asesinado en octubre de 1995 en Malta. Abu Ali Mustafa, líder del FPLP, asesinado 27 de agosto de 2001 en su oficina de Ramallah. Sheij Ahmed Yassin, lider espiritual de Hamas, asesinado el 22 de marzo de 2004 a la salida de la Mezquita en Gaza. Abdel Aziz Rantisi, líder de Hamas, asesinado el 17 de abril de 2004 en Gaza. Y el Padre de la Patria, líder de la revolución, premio Nobel de la Paz, presidente Yasser Arafat, envenenado por Sharon en Ramallah, murió el 11 de noviembre de 2004 en el hospital militar Percy de París y fue enterrado transitoriamente en Ramallah, hasta el retorno a su lugar de nacimiento Jerusalem. Todos los mártires tuvieron un solo principio: vivir y morir por la tierra de Palestina.

Día de la Tierra Palestina

Desde la lectura de la tragedia, sobraron fundamentos para instaurar el Día de la Tierra a partir de 1967. Sin embargo, esa fecha surgió en 1976 desde las raíces de la tierra palestina y su pueblo dentro de la línea de Israel.

Los que permanecieron luego del ’48 aferrados a sus poblados de Galilea, Acre, Safad, Haifa, Jaffa y Nazareth, entre otros, resistieron los desalojos, la usurpación, los maltratos, las humillaciones y la discriminación. Israel, buscó todos los medios para judaizarse, aunque no lo logró. En 1952, implementó la “Ley del Retorno”, beneficiando a los judíos de cualquier parte del mundo a convertirse automáticamente en ciudadanos israelíes e instalarse en tierras quitadas a los palestinos. Su Parlamento promulgó decenas de leyes sobre expropiaciones. Entre las mismas, figuró la “ley de propietarios ausentes”, que le permitió al gobierno israelí apoderarse con un complejo mecanismo legal y burocrático de las tierras, cosechas y casas de palestinos que fueron deportados o obligados a huir. El 22 por ciento de la población israelí son palestinos y solo el 2,5 por ciento de la tierra es propiedad de los mismos.

En el tabernáculo de la injusticia y la violación, nunca respetó la resolución 194 de la ONU de 1948, que exigió el retorno de los refugiados palestinos, expulsados de sus tierras y sus casas. Hasta la fecha millones de exiliados, muchos de ellos en situaciones caóticas, esperan su regreso frente a la negativa y la indiferencia israelí.

El Día de la Tierra Palestina coronó años de lucha popular. Entre 1948 y 1976 solo en Galilea usurparon 100 mil hectáreas de tierras cultivables, encendiendo el 30 de marzo de 1976 la chispa de la Intifada (levantamiento popular). La brutal represión israelí asesinó a sangre fría a 7 jóvenes palestinos. La incrementada sublevación se extendió desde Galilea al triangulo del norte y al Neguev. Coordinadamente, fue además, el repudio contra el trabajo esclavo, la falta de derechos sociales y la educación impuesta a los niños, prohibiéndoles literaturas e historia palestina para extirpar sus conciencias y su idioma árabe.

El golpe contra la arrogancia en Galilea, frenó la usurpación y la deportación. Los palestinos conquistaron su derecho de libre movimiento sin ser victimas de la ley de propietarios ausentes, el derecho al voto y la llegada al Parlamento, la formación de sociedades civiles e institucionales y el trabajo digno sin explotación y con las asignaciones sociales.

Sin dignidad la libertad carece de sentido

La tierra sigue siendo el vital alimento de la raíz palestina, para su dignidad y su libertad. Sin embargo, Israel mantuvo la sistemática política de carcomer el territorio ocupado desde 1967, robando tierras mediante el cáncer de los asentamientos ilegales, habitados por más de 450 mil colonos extremistas, fundamentalmente, en torno a Jerusalem Este. Violando las leyes internacionales establecidas en la Convención de Ginebra, las Regulaciones de La Haya, los Acuerdos de Oslo, el Mapa de Ruta y las Resoluciones 446, 452, 465 y 471 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Entre sus odiosas estrategias, desde junio de 2002, con el fatídico slogan de la “seguridad”, Sharon, comenzó la construcción de un Muro de Apartheid para la protección de los asentamientos edificados en territorio palestino y el arrebato recóndito del 58 por ciento más de la tierra, dividiendo las ciudades y aldeas en cantones y sin continuidad territorial. La Corte Internacional de Justicia condenó la construcción israelí en julio de 2004 y la ONU con el voto de 144 países, en su resolución A/ES10/L18-2004, exigió congelar, demoler y resarcir a los perjudicados. Israel ignoró la preocupación internacional. Hasta el momento construyó más de 780 kilómetros de longitud...y sigue.

Luego de 60 años de la perdida de la tierra, Israel, la potencia nuclear ocupante, mantiene su deliberada torpeza de ignorar los cimientos del derecho internacional, los principios básicos de los derechos humanos y el derecho legitimo del pueblo de Palestina a su independencia y a su tierra.

(*) ex Embajador del Estado de Palestina en la Argentina / marzo 2008



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miércoles, 5 de marzo de 2008

El silencio es cómplice del Holocausto palestino





Por:Suhail Hani Daher Akel (*)



Apelar a la seguridad encerrando a otro pueblo es inaceptable. Con un típico lenguaje nazi, el viceministro de Defensa israelí, Matan Vilnai, amenazó con un Shoah (Holocausto en hebreo) en la Franja de Gaza: "Si el fuego de los Qassam se intensifica y los cohetes alcanzan una gama mayor, ellos (los palestinos) traerán sobre si mismos un Holocausto más grande, porque utilizaremos todo nuestro poder para defendernos" (radio del ejercito israelí, febrero 28, 2008). Entre los cruces de palabras, el Jefe Político de Hamas, Khaled Mishaal, expresó:“...si ustedes (los israelíes) eligieron invadir a Gaza, entonces 1.5 millones de ciudadanos palestinos lucharán como un león aunque sus armas sean simples y primitivas”.



En políticas similares a la actitud y la verborragia sionista del ministro Vilnai, los nazis destruyeron los Ghettos para derrotar la resistencia europea-judía, al igual que Israel destruyó la infraestructura nacional palestina para destruir la legitima resistencia. Así como los nazis restringieron los servicios públicos esenciales tales como el agua y la electricidad, el gobierno israelí se lo restringió a los palestinos en Gaza. Así como los nazis limitaron a los habitantes judíos del cuidado sanitario adecuado, los israelíes redujeron el cuidado de salud en Gaza y supendieron los suministros médicos locales. Al igual que los nazis que encarcelaron cruelmente a miles de personas en sus campos de concentración, el gobierno israelí retiene desde años a más de 12.000 prisioneros palestinos en estado inhumano. Del mismo modo que los nazis aplicaron su Shoah, el régimen israelí se lo aplicó al pueblo palestino.



El 3 de marzo fue el día más sangriento, 67 palestinos, incluyendo 24 niños y 1 bebé, fueron muertos y 268 heridos, durante la “Operación Invierno Caliente” por tierra y aire realizado por la Fuerza de Ocupación Israelí-FOI en Gaza. Desde febrero 27, durante 120 horas de incursiones la FOI asesinó a 132 palestinos, incluyendo 41 niños,14 mujeres y 3 bebés, 391 heridos, muchos de ellos en condiciones graves y 281 palestinos secuestrados. En los últimos dos años la FOI mató a 668 palestinos.



El Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, condenó a Israel el 1° de marzo. Asimismo, condenó el lanzamiento de mísiles palestinos, sin tomar en cuenta, que Israel es el Poder Nuclear y Ocupante, y los mísiles (con poco poder de fuego) forman parte de la resistencia palestina contra el terrorismo de Estado israelí, los aviones de guerra F16, los helicópteros Apache y los blindados Abrams y Merkeva que arrasaron al pueblo civil palestino en sus casas, aldeas, ciudades, campos de refugiados y profanaron los Lugares Sagrados de la humanidad, destruyendo su infraestructura.



Ignorando la condena, el ejercito de ocupación y la fuerza aérea israelí continuaron atacando la Franja de Gaza durante todo el sábado. El domingo 2 de marzo, sus aviones de guerra F16 atacaron la oficina del premier Ismael Haniye de Hamas con intenciones de asesinarlo, matando a 10 palestinos en Gaza y 4 en la Ribera Occidental. Asimismo, los estadounidenses F16 se dirigieron a la sede del Sindicato de Obreros Palestinos en el barrio de Saftawi, al norte de la ciudad de Gaza, demoliendo el edificio por completo. Días antes, habían bombardeado el Ministerio de Interior y el 4 de marzo, dos misiles lanzados desde esos mismos aviones volaron el edificio de cinco pisos de la Federación General de Sindicatos Palestinos en Gaza, matando a 6 civiles.



Durante ese agrio domingo negro, en la reunión de gabinete israelí, el vice primer ministro Haim Ramon le preguntó a Ehud Barak porqué la Fuerza no dirigió el fuego masivo sobre las áreas de las cuales se está lanzando los mísiles Qassam, expresándole Ramon: “según el derecho internacional, usted puede hacer eso”...“en la segunda guerra del Líbano estaba claro que si nos disparaban dentro de una aldea, podíamos atacarlos incluso en áreas pobladas”(...). Israel se refiere al derecho internacional cuando se trata de su propia conveniencia, pero desconoce sus obligaciones dentro de la ley internacional relativa a la protección de personas civiles en tiempo de guerra, según los artículos 31-32, 33, 146-147 de la Cuarta Convención de Ginebra.



Luego de la visita del presidente George W. Bush a la región y sus falaces promesas, las masacres en Palestina Ocupada se potenciaron en sigilosa coordinación con la administración estadounidense y las fuerzas regionales. Trasladando nuestra memoria a la guerra del Líbano en julio 2006.



A la luz del genocidio en la Franja de Gaza, en la zona norte de Palestina (Ribera Occidental) y en la capital Jerusalem, las Altas Partes Contratantes, en particular los Estados miembros de la Unión Europea, deben aplicar sus obligaciones legales bajo el artículo común 1 de las Convenciones de Ginebra y el artículo 146 de la Cuarta Convención de Ginebra. La falta de responsabilidad internacional solo conducirá a perdurables Crímenes de Guerra con mayor impunidad.



Además del robo de tierra, la entidad sionista estuvo cometiendo un silencioso Holocausto contra los ciudadanos palestinos desde hace 60 años. La limpieza étnica, la expropiación y anexión de tierras palestinas de Jerusalem Este, la construcción ilegal del Muro de Apartheid, la construcción de asentamientos ilegales y la demolición de viviendas palestinas, siguen siendo una espina en el corazón de la armonía. Mantener el silencio, es ser cómplice del Holocausto palestino.



Por lo tanto, el premier Ehud Olmert, el presidente Shimon Peres, el ministro de Defensa Ehud Barak con su gabinete y los Generales militares israelíes responsables de las masacres en Palestina, deben ser juzgados como Criminales de Guerra en tribunales internacionales similares a los de Nüremberg. Basados entre otras acusaciones, en tres cargos elementales: 1) Crímenes contra la Humanidad: por genocidio, limpieza étnica, secuestro y deportación; 2) Crímenes de Guerra: por la violación a las leyes de guerra; 3) Crímenes contra la paz: por librar guerras de ocupación y agresión, violando los acuerdos y tratados internacionales. De igual modo, se debe procesar por Crímenes de Guerra al Presidente Bush con su gabinete por el genocidio contra el pueblo de Irak, Afganistán, Cuba y su complicidad con Israel en sus crímenes contra el pueblo palestino y libanés.



En medio de una política de expansión e instaurando pretextos para descalificar la resistencia palestina, Israel no asume su responsabilidad de Potencia Ocupante. Creando su propia e inevitable destrucción e insistiendo con el absurdo que puede existir solamente si niega los derechos nacionales y los derechos humanos básicos de los palestinos.



(*) ex Embajador del Estado de Palestina en la Argentina/ Marzo 2008





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