miércoles, 10 de junio de 2009

La prepotencia israelí en la ocupación del ‘67 1967 - Junio 5 - 2009

Por: Embajador Suhail hani Daher Akel (*)

Desde la perspectiva histórica. Un hilo conductor con las mismas estrategias conspirativas sionistas durante la I y II Guerra Mundial, maduró en las nuevas ambiciones israelíes.

Los mecanismos sionistas de una fugaz guerra asimétrica de expansión sobre los restos de Palestina pos ‘48 y los países árabes limítrofes, hincados en la experiencia de la creación de Israel (1948); la indiferencia internacional; la nulidad de acción de la ONU y el desbarajuste árabe, aceleró su prepotencia en 1967, con doble estrategia: concebir el sueño sionista de Ertz Israel (‘Tus fronteras del Nilo al Eufrates’) y detener el proceso decadente interno.

Desde su fundación, nunca estuvo tan dividido. La época de oro de los ‘50 y mediados del ’60, se debilitó. La mayoría de los israelíes se alejaron del corrupto aparato de estado. Las luchas de clases emergidas por reclamos saláriales con miles de israelíes viviendo por debajo de la línea de pobreza alejaron sensiblemente la llegada de judíos a esa tierra prometida por los sionistas.

Los países árabes padecían similar síndrome. Sus regímenes amparados bajo la bandera de la causa palestina, competían el liderazgo. Sin querer llegar a la guerra, la movilización hacia la misma, calmó los reclamos sociales de sus pueblos empobrecidos.

La exitosa revolución egipcia (23/7/1952) liderada por el coronel Gamal Abdel Nasser, derrotó el feudalismo, la monarquía de Faruk I y fortaleció el nacionalismo árabe socialista. Reemplazó la política preeuropea por la panarabista. En 1956, nacionalizó el Canal de Suez (en posesión anglo-francesa y les reclamó las altas ganancias), construyó la represa de Aswan y prohibió la navegación comercial de Israel y sus aliados.

Afectados en sus intereses coloniales, le valió el Casus Belli (Motivo de Guerra). El ataque israelí avalado por Francia e Inglaterra contra Egipto y la Franja de Gaza (bajo tutelaje egipcio desde el ‘48), permitió a Israel probar su supremacía militar. Ocupó Gaza y el Sinaí. El poder tripartito que ganó la ‘guerra del Suez’ (29/10/1956), perdió la contienda diplomática. Presionados por EEUU debieron retirarse.

Potenciados. El poder militar israelí ganó por segunda vez una guerra a los árabes, después del ‘48. Por su parte, la obligada retirada colonial perfiló a Nasser como la cara visible, el icono y la esperanza de la recuperación de Palestina.

Entre logros y desaciertos. Para frenar las provocaciones sionistas y reducir la pobreza de los pueblos árabes, Nasser, estableció la República Árabe Unida-RAU junto con Siria (1/2/’58). Y jugó un rol fundamental para la creación de la Organización para la Liberación de Palestina-OLP (15/5/’64), como instrumento árabe, aunque, lejos de los intereses populares y revolucionarios palestinos.

Con un alto clima de tensión por las provocaciones diarias de los israelíes a Siria. El presidente Nasser, le pidió al secretario general Naha Thray U Thant, la retirada de las fuerzas de la ONU estacionadas desde 1956 en el territorio egipcio de Shram el-Sheij y Gaza (18/5/’67). La prepotencia israelí encontró su caldo de cultivo.

Maquiavélico. Después de la reunión con Richard Helms jefe de la CIA, el responsable del Mossad, Meir Amit, se entrevistó y presionó al secretario de Defensa de EEUU, Robert McNamara (30/5/’67): “Queremos tres cosas de ustedes: 1) abastezcan nuestro arsenal de guerra. 2) nos ayuden en las Naciones Unidas y 3) aíslen a los soviéticos de la región”. McNamara respondió: “Le he escuchado alto y claro”. Después “le preguntó, cuánto tiempo necesitaría Israel para derrotar a los egipcios” y Amit respondió contundente: “Una semana”. (partes: ‘A History of Israel’, Aarón Bregman, 2003).

En su informe McNamara, anunció el eminente ataque al presidente Lyndon Baines Johnson. No hubo sorpresas, todos sabían que él estaba a favor que Israel atacara primero. Johnson, solo sugirió una guerra relámpago para evitar dos frentes abiertos en Vietnam y Medio Oriente. La conjura estaba en marcha y la luz verde de EEUU se encendió.

Situada la Guerra Fría en la zona. La RAU recibió el apoyo soviético, en tanto, Estados Unidos apoyó firmemente a Israel. La militarización egipcia del Sinaí y del canal de Suez, más el bloqueo al estrecho de Tirán (23/5/’67), fue el vacuo pretexto para acusar a Egipto de violar las Leyes Marítimas de la ONU. Como consecuencia. Para Israel era un nuevo Casus Belli .

Entusiasta. El ministro de Defensa sirio Hafez al Assad, se proclamó listo: “Nuestras fuerzas están ahora enteramente prestas; no sólo a repeler la agresión, sino a iniciar el acto de liberación mismo, y estallar la presencia sionista en la patria árabe” (20/5/1967). A finales de mayo la presión popular jordana obligó al pro-occidental rey Hussein, unirse a la alianza egipcio-siria. Finalmente, el presidente de Irak, Abd al-Rahman Arif, se sumó a la coalición (4/6).

Las retóricas palabras entre las fuerzas beligerantes fueron sumamente violentas. Sin embargo, mientras, la agresiva verborragia sionista se diluía como el agua en las mentes de Occidente, las de Nasser, preocuparon. Astutos y apelando a su mito de la seguridad, Israel, sensibilizó a la comunidad internacional con viejas oratorias de Nasser: “No entraremos en Palestina con su suelo cubierto de arena...entraremos en ella con su suelo lleno de sangre” (8/3/1965). (‘Howard Sachar. A History of Israel: From the Rise of Zionism to Our Time’, Alfred A. Knopf, Nueva York, 1979. p. 616).

Los acontecimientos carcomieron el tiempo. El presidente Nasser se vio envuelto en el pecado de las palabras que lo arrastraron al tufo de una guerra no querida. El propio Menahem Beguin (quien fuera terrorista del Irgun), lo reconoció: “Las concentraciones del ejército egipcio en el Sinaí no demuestran que realmente Nasser fuera a atacarnos. Debemos ser honestos con nosotros mismos. Decidimos atacarlo nosotros”. (New York Times. 21/8/1982).

En coincidencia. El general israelí Matityahu Peled, sumó: “La tesis del peligro de genocidio que pendía sobre nosotros en junio de 1967 y que Israel luchaba por su existencia física era un engaño...” (diario israelí Haaretz, 19/3/1972).

Con clímax de guerra. El presidente Johnson, envío la Sexta Flota al Mediterráneo para evitar una posible intervención soviética y “en secreto autorizó el transporte aéreo a Israel de municiones, armas y vehículos acorazados”, además, de los aviones A-4 Skyhawk y tanques Sherman. (‘Israel and the American National Interest. A Critical Examination. Urbana’, Cheryl A. Rubenberg, Illinois University, Press. 1986. p. 113).

El premier Levi Eshkol, su ministro de Defensa Moshe Dayan y el jefe de Estado Mayor Yizthak Rabin, acabaron con la tensión y lanzaron la ‘Operación Foco’. El 5 de junio de 1967 a las 7:45 am, la Fuerza Aérea israelí, al mando de quien fuera un terrorista sionista del Palmaj, Mordejai Hod, en solo tres horas demolió 13 bases, 23 estaciones de radar y casi 350 aviones de guerra egipcios en tierra.

En menos de una semana los generales sionistas Ariel Sharon, Israel Tal y Abraham Yoffe, borraron el sueño de libertad palestino. El 5/6, colapsaron las fuerzas egipcias e Israel ocupó el espacio aéreo. Entre el 6 y el 7/6, ocuparon la Franja de Gaza, el restante territorio palestino y el general sionista Motta Gur, ocupó Jerusalem (total 22%). El 8/6, ocuparon el Canal de Suez, obligando al Cairo capitular. El 9/6, atacaron Siria y ocuparon el Golán hasta la ciudad de Kuneitra. El 10/6, tras el control de los territorios ocupados a las 18:30pm pusieron fin a la guerra, para agradar a Estados Unidos.

Las secuelas para Palestina fueron fatales. Además de perder el resto de su patria y su capital Jerusalem, “en el curso de la guerra desplazaron de sus hogares a 325.000 refugiados palestinos, obligados al exilio”. (‘Report of the UN Commissioner-General, Relief and Works Agency for Palestine Refugees in the Near East’, A/6713, 30/6/’67).

La historia de las traiciones y la fabricación de hipocresía, se repitió con el mariscal Abdel Hakim Amer, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas egipcias, mano derecha y cuñado de Nasser. Su traición fue clave para el fugaz éxito militar israelí. Cumpliendo prisión a la espera de ser juzgado, Amer apareció muerto. Si bien se habló de un suicidio, Nasser le hizo pagar su felonía (15/9/1967).

A horas de finalizada la guerra, la potencia ocupante comenzó la judaización de Jerusalem. "En adyacencia al muro occidental de Al Mughrabi, en la Vieja Ciudad de Jerusalem, echaron a los palestinos y demolieron sus casas para construir ilegalmente el actual barrio judío”... “Destruyeron decenas de aldeas palestinas y sus habitantes fueron expulsados. Algunas superficies la convirtieron en reservas naturales y parques, como es el Parque Canadá, lugar de pic-nic en Israel” (‘La política de la negación: Israel y el problema de los refugiados palestinos’, Nur Masalha, 2004 / ‘Los refugiados de Palestina en la RO y la Franja de Gaza’, Terry Rempel, agosto /2006)

Con perversión. La potencia ocupante anexó ilegalmente al sector Este de Jerusalem, unificando la ciudad con la parte ocupada en 1948 (23/6/’67). La ONU aprobó entre junio y julio del ’67, las resoluciones la 2.252-B, la 2.253 ES-V, la 2.254 y la 242 (22/11/’67), deplorando la ocupación de Jerusalem y exigiendo a Israel la retirada a la línea del 4/6/’67 de todos los territorios árabes ocupados.

Desafiante. El 30/7/1980, Israel convirtió ilegalmente a Jerusalem en su capital. La ONU lo “Considero una violación al derecho internacional, exigió no modificar el status jurídico de la ciudad y pidió a los países no reconocerla como capital israelí y mantener sus embajadas en Tel Aviv” (resolución 478, 20/8/’80).

Israel, nacido de la probeta de la ONU, convirtió todas sus resoluciones en tinta sobre papel durante estos 42 años de la guerra de expansión del ‘67.

Con impunidad. El vicepremier sionista Ygal Allon (comandante terrorista del Palmaj, 1941), llamó: “anexar las dos terceras partes palestinas y edificar 30 asentamientos judíos como cordón de seguridad” (julio 1967). Durante estos 42 años de ocupación, Israel construyó 220 asentamientos ilegales, cobijando 400 mil colonos israelíes. Condenados por la ONU. Para el ultraderechista rabino Shlomo Goren, la colonización de Palestina es sagrada: "El mandato para colonizar la tierra de ‘Israel’ es más importante que todos los Mandamientos juntos" (Los Angeles Times, 3/1/1994).

La dramática y dolorosa experiencia palestina, se regeneró en su propia lucha. El Comandante Yasser Arafat, recuperó democráticamente para los intereses populares palestinos la conducción de la OLP (17/7/’67). Israel, con mitos y retóricas los acusó de terrorista y consideró un nuevo Casus Belli.

Embebidos de soberbia tras haber vencido en seis días a cuatro ejércitos árabes, las fuerzas israelíes decidieron poner fin a la OLP en la aldea jordana de Al Karameh. Inesperado. El ejercito de ocupación fue derrotado por la resistencia palestina. Luego de tres días de encarnizados combates obligaron al ejercito invencible de Moshe Dayan huir vencido y abandonar su armamento pesado (21/3/1968). La potencia ocupante por primera vez saboreó la derrota.

El dolor por la perdida de la patria, un flagelo hasta nuestros días, y la lección de la ‘batalla de Al Karameh’, selló la determinación palestina que se repitió con la Intifada (levantamiento popular) del ’76, ’87, 2000 y 2009 en Gaza. Fue y será la decisión del pueblo palestino de luchar por su dignidad y su libertad hasta la restitución de su Estado de Palestina con Jerusalem capital y el recupero de su legitimidad de 1948 y 1967.

Junio 5 de 2009

(*) -Fue el primer Embajador del Estado de Palestina en la Argentina

-Analista Internacional sobre la Cuestión Palestina



© Copyright, Suhail Hani Daher Akel, Se puede publicar, traducir o distribuir sin modificar el contenido y citando la fuente y el autor

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shda 6/2009

lunes, 18 de mayo de 2009

Nakba, un hilo de sangre que pende del mundo

Nakba, un hilo de sangre que pende del mundo

Nakba- Jerusalem, Palestina 1948 - 15 Mayo - 2009



Por: Embajador Suhail Hani Daher Akel (*)



Un siglo pasado atormentador. Almas inquietas y tenebrosas ocuparon la escena. Un observatorio macabro recortó las venas. Monarquías déspotas, ideas republicanas y liberales pos napolóniacas. Colonialismo. Ideologías de izquierda y derecha. La herencia revolucionaría francesa y la era pre-pos hitleriana, sazonó las mentes de guerras que estallaron en una Europa desencontrada.



La impulsada judeofobia europea estimuló la influencia sionista a finales del siglo XIX. Crearon una historiografía en base a territorios ajenos acorde a la imagen colonialista del primer Congreso Sionista de Basilea para establecerse en Palestina (1897). Con mayoría agnóstica, los europeos sionistas falazmente alegaron sus derechos en los textos bíblicos, convirtiéndolos en una mera escritura inmobiliaria.



A las maniobras del jefe de la Agencia Judía, el bielorruso Chaim Weizmann (luego primer presidente israelí), el profesor británico de historia en la Universidad de Liverpool, Charles Kingsley Webster, las consideró mesiánica: “...al transferir a Londres el centro del sionismo...Con habilidad infalible, Weizmann, adaptó sus argumentos a las personalidades de cada hombre de Estado. Con los ingleses y los americanos podía emplear el lenguaje bíblico y despertar emociones, con otros, hablaba de intereses”. (“The Art and Practice of Diplomacy”, C.K.Webster en The Listener 28/2/1952).



Gran Bretaña para mantener sus colonias, entre ellas, Palestina, necesitó ganar la I Guerra Mundial a toda costa. Del sufrimiento de Europa, germinó la primera semilla del Holocausto. Nutridos del mismo, el sionismo fijó su objetivo colonialista. Necesitados de sus lobby y bancos judíos, los británicos en plena guerra, le ofrecieron a la Organización Sionista un ‘Hogar Nacional Judío en Palestina’. (“Declaración Balfour”, 2/11/1917).



Entre los mentores del ‘Hogar Nacional Judío’, Sir Winston S. Churchill, Secretario de las Colonias, apodado el ‘Carnicero de Gallípoli’ (por su desembarco en ese lugar de la península turca, 1915), investido de premier en junio de 1954, comentó en una rueda de prensa en Estados Unidos: “Yo soy un sionista, quisiera dejar bien claro eso. Fui uno de los que inspiramos la Declaración Balfour y he trabajado fielmente por ella” (This was merely the introduction.“Churchill y Política, El ultimo gentil sionista romántico”, Dr. Yoav Tenembaum).



Al indagar razones. El canciller ingles Lord Arthur J. Balfour, presionado, decidió la declaración por el énfasis del ministro de Municiones, David Lloyd George. Dirigiendo éste, la Organización de la Industria de Armamentos y ministro de Guerra en 1916, fue afectado en su frente de batalla por la escasez de acetona para fabricar bombas. Al informar, el sionista Weizmannn, además, director del Laboratorio Químico del Almirantazgo británico, ideó un proceso para la producción acelerada de acetonas sintéticas y se la entregó a la Corona. Favorecida la hegemonía de fuego de la poderosa Royal Navy, revirtieron la I Guerra a su favor.



Comprometido Lloyd George, no le alcanzaron palabras de agradecimiento para Weizmann: “Ha prestado usted un gran servicio al Reino y me agradaría solicitar se lo recomiende a Su Majestad para honrarlo”, Weizmann, de ágil espíritu colonial, replicó: “Nada para mí...Sí, desearía que haga algo por mi pueblo judío, un Estado”. (“Memorias de la Guerra” David Lloyd George, Tomo I).



La guerra desplomó cuatro imperios, el alemán, el austrohúngaro, el ruso y el turco, y tres grandes dinastías. Murieron diariamente un promedio de 6.000 personas durante los cuatro años, tres meses y catorce días, llegando a casi 10 millones de muertos. Para Weizmann y sus discípulos sionistas, el triunfo de sus aliados potenció el sueño del Estado judío en Palestina.



Los árabes sumidos en la confusión, luego de los 400 años de ocupación otomana-turca, fueron segmentados por el colonialismo ingles-francés mediante el pacto secreto de Sykes-Picot (1916), que rediseñó las fronteras del Cercano Oriente. Palestina quedó bajo la ocupación británica. Un ámbito fértil para los sionistas.



El arbitrario Tratado de Versalles, determinó el fin a la I Guerra Mundial y las bases de la Sociedad de Naciones (28/6/1919). Fue el instrumento ‘legal’ de los vencedores en el reparto de los países arrancados al imperialismo otomano. El emir Feysal Ibn Hussein, presidió la ambivalente delegación árabe en la Conferencia de Paz de Versalles. Por su rol funcional a los británicos y al espía Thomas Lawrence (de Arabia), fue gratificado como rey de Siria en 1920. Desplazado por la ocupación francesa a Siria, lo proclamaron rey de Irak al año siguiente.



En la esfera de la conspiración, Weizmann visitó a Feysal en el sur de Transjordania (junio 1918), tentándolo forjar un acuerdo para establecer un Hogar Nacional Judío en Palestina a cambio de saciar su arrogante ambición de construir un Estado Arabe único bajo su exclusivo reinado y separarlo de una futura Palestina judía.



A espaldas de los palestinos. Firmaron en Londres, el “Acuerdo Feysal-Weizman” (3/1/1919). Su preámbulo esbozó el principio de la quimera: “Su Alteza Real el Emir Feysal, representando y en nombre del Reino Arabe de Hiyaz y el Dr. Chaim Weizman, representando y en nombre de la Organización Sionista, atentos al parentesco racial....”. Mientras, tres de sus nueve puntos, fueron estratégicos: Punto 2°: “...los límites definitivos entre el Estado Arabe y Palestina serán determinados por una comisión...”. Punto 3°: “...se ofrecerán las garantías para ejecutar la declaración británica (Declaración Balfour)”. Punto 4°: “...alentar la inmigración de judíos a Palestina en gran escala y asentar a los inmigrantes judíos lo más pronto posible...”.(“The Arab Awakening”, George Antonius, 1938, Pág. 437-439).



Traicionado y marginado su pueblo. Palestina, sin parentesco racial, se convirtió en el refugio de alemanes, polacos y rusos judíos. La relación carnal sionista-británica la destacó David Ben Gurion, jefe terrorista del Haganah: “Inglaterra contará con bases defensivas marítimas y terrestres en el Estado Judío” (19° Congreso Sionista, 1935).



En la cavidad de las espurias alianzas. Motivado. El nazi SS, Leopold von Mildenstein y Kurt Tuchler, de la Federación Sionista alemana, visitaron durante seis meses Palestina. Impresionado. El nazi publicó en el diario berlines Der Angriff (1934): “Un viaje nazi a Palestina”. Admiró, “los logros de los judíos llegados a Palestina desde Alemania”; destacó, “El desarrollo sionista, en un nuevo tipo de judío” y promovió, “una patria judía en Palestina”. En su honor, el diario, emitió una “medalla especial con una esvástica nazi de un lado y del otro, una estrella de David”. (“A Nazi Travels to Palestine”, History Today, Jacob Boas, London, Enero 1980, Pág.33-38).



Detrás de una fachada de espurios mecanismos para el traslado de judíos a Palestina, la Agencia Judía firmó con el Ministerio de Finanzas nazi, el “Acuerdo Havaara” (28/8/1933). Producto del mismo y con el aval del ‘Libro Blanco’ de Churchill (1922), los alemanes judíos en 1939 superaron el 13 por ciento de la población autóctona. Millones de dólares fueron transferidos a la Agencia Judía en Palestina, deteriorando la economía alemana. Mientras, “Muchos de estos judíos, al final de la década del ’30, transfirieron replicas de sus casas y fabricas” (“Transfer Agreement”, Edwin Black, Pág.379).



Poderes fluctuantes y sistemas colapsados engendraron una fuerte rivalidad de intereses. Consecuencia. Estalló la II Guerra Mundial (1/9/1939 - 2/9/1945). El beso de sangre de las Potencias Aliadas contra las del Eje y viceversa, arrastró a un Holocausto europeo con más de 55 millones de muertos. Entre ellos, 27 millones de cristianos, 6 millones de judíos y casi 3 millones de musulmanes. Los sionistas lo auguraron a expensas del dolor de su misma gente: “... En el exilio, les espera a los judíos una matanza general...su única salvación es una emigración en masa a la tierra de Israel (Palestina)”. (“Jabo, Biografia de Zeev Jabotinsky”, Shamuel Katz, pág. 25 - 1993).



Sin importar los demás. Parcializaron el Holocausto. Socavaron el derecho internacional y provocaron la industria de la culpa. Donde todos pueden cuestionar a todos menos a ellos. De ocurrir, lo rotulan de ‘nazis’ o ‘antisemitas’. “...Encerrados en la experiencia del Holocausto… es un buen ejemplo de cómo una comunidad puede sobreactuar una experiencia histórica, al extremo de comenzar a rechazar a sus amigos...al punto que la aflicción termina despertando el enojo” (“Identidad Judía” Arun Ghandi (n), Washington Post, online 7/1/2008).



En la Conferencia de Yalta (4 al 11/2/1945). Joseph Stalin (URSS), Franklin Roosvelt (EEUU) y Winston Churchill (Reino Unido), glorificaron el triunfo con un nuevo reparto del mundo. Iniciaron la Guerra Fría (1945-1998) y precisaron las pautas para suplir la estéril Sociedad de Naciones con la creación de la Organización de Naciones Unidas-ONU (24/10/1945). Reservándose los aliados el derecho del ‘veto’ del Consejo de Seguridad. Principal herramienta de protección a sus designios imperialistas. Servil para rechazar desde 1949 las condenas de la Asamblea General contra la potencia ocupante israelí.



El emergente poderío de Estados Unidos, llevó al lobby sionista a ser su principal aliado y trasladar su base operativa financiera a Nueva York. Para mostrar fidelidad. Se despegaron del colonialismo británico y sus ataques terroristas contra las fuerzas inglesas en Palestina, aceleró la retirada británica 9 horas antes de la creación de su ilegal estado (1948). Oportunamente, el grupo terrorista Stern de Yizthak Shamir, asesinó a Lord Moyne, Alto Comisionado en Egipto (6/11/1944), acusándolo: “...de ser un enemigo implacable de la independencia judia” (“Rescue and liberation: America's part in the birth of Israel” Isaac Zaar, N. Y. Bloc Publishing Cy. 1954, Pág.115.).



Pese que la policía británica pegoteó en las calles de Jerusalem, afiches con el titulo de ‘Buscados’ y las fotos de 10 terroristas sionistas, encabezados por Menahem Beguin (premio Nobel de Paz-1978). Los ataques terroristas contra los ingleses se incrementaron. Un atentado sionista en el Hotel King David de Jerusalem, asesinó a 41 palestinos, 33 ingleses y 17 judíos (22/7/1946). Y el “..grupo terrorista de la agrupación Irgun, voló el oleoducto de la Irak Petroleum & Co, en las cercanías de Haifa (Palestina)...” (“Terrorismo Judío”, Diario La Prensa, Buenos Aires, entre 24-30/3/1947)



La asimetría del nuevo presidente estadounidense Harry Truman, al garantizar personalmente a Weizmann, trabajar y reconocer al Estado Judío (marzo 1948), evidenció las diferencias entre las presiones y los sentimientos puestos en sus manuscritos de 1947: "...Los judíos son muy egoístas. No les preocupa el número de estonios, letones, finlandeses, polacos, yugoslavos o griegos que están siendo asesinados o maltratados..., siempre y cuando los judíos reciban un trato especial...” (“Truman Bibliotheca, The Washington Post”, Rebecca Dana y Peter Carlson, EEUU, 10/7/2003).



El futuro de Palestina, estaba echado. El ruso sionista Zeev V. Jabotinsky, amigo de Benito Mussolini y considerado por él, “ciudadano fascista”, pronunció lo que actualmente se intenta: “…Palestina deberá dejar de ser un país árabe…una Palestina como Estado judío…una Palestina judía, pero nada más que judía”. (“Sionismo de Estado” Z.V. Jabotinsky, 1936)



Las potencias coloniales y la Sociedad de Naciones, durante la I Guerra, cargando con la judeofobia europea prometieron al poderoso lobby sionistas ‘Un Hogar Nacional Judío’ en Palestina, sin el acuerdo palestino. Europa fregoteando su conciencia por el Holocausto y EEUU forzado por el lobby económico judío, después de Yalta, promovieron los deseos sionistas de la partición de Palestina en la ONU, para la creación sobre esa tierra de un Estado Judío (29/11/1947). Declarado Israel, unilateralmente el 15/5/1948, el Estado Palestino fue asfixiado con embrollos de leyes, complot, traición, ocupación, persecución, limpieza étnica, exilio, muros, asentamientos y apartheid. Soterrando a un país que en el 7500 aC, encabezó la civilización.



Sin importar la condición humana. El siglo XXI se mantiene impávido con la silenciosa filosófica historia de la tragedia y el exilio palestino. Al cumplirse 61 años de la Nakba (Catástrofe) y la caída de Palestina y su capital Jerusalem, la colonización sionista-israelí sigue siendo un colmillo clavado en la yugular palestina



(*) - Fue primer Embajador del Estado de Palestina en Argentina

- Analista Internacional sobre la Cuestión Palestina



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shda 5/2009

miércoles, 18 de marzo de 2009

Antisemitismo con doble balanza

Por: Embajador Suhail Hani Daher Akel (*)



La capacidad de ignominia de la potencia ocupante, no tiene limite. En la tercera semana de febrero de 2009, luego de silenciar la limpieza étnica palestina en Gaza y disfrutar el triunfo electoral de la ultraderecha, los televidentes del canal 10 israelí, se solazaron con el programa del cómico Lior Shlein, con sus sardónicas bromas y blasfemias sobre Jesús y María.



Sin ética y verborragico, de la aramea-semita María, dijo: “La Virgen María, no era virgen.”...“La Virgen María fue a la cama con un montón de hombres”...“La Virgen María se embarazó a los 15 años de un compañero de estudio”. Más jocoso, Shlein, del semita-palestino Jesús (el Mesías), comentó: “Nunca logró caminar sobre el agua porque Jesús, era tan gordo que sentía vergüenza salir de su casa”...“ Jesucristo murió a los 40 años de obesidad y se avergonzó nadar en el mar de Galilea, debido a su exceso de grasa”.



No fue acusado de antisemita por sus ofensas. Ni por atacar a lo más sagrado de la fe cristiana-musulmana. Tampoco fue deportado. Shleim, se excusó ligeramente y dijo que fue una ‘lección’ al obispo católico deportado de la Argentina, Monseñor Richard Williamson, quien puso en dudas la credibilidad del Holocausto.



Es inadmisible la negación del Holocausto -que al parecer quedó limitado solo a los judíos de Europa y no a los 55 millones de europeos calcinados en la segunda Guerra Mundial- ¿Por qué entonces se silencia y se niega el Holocausto palestino?.



El doble peso, es desatinado. Sobre la balanza, el malinterpretado antisemitismo, el antisionismo, judeofobia, la islamfobia y cristianofobia, inclinó el peso únicamente por los tres primeros, al igual que la fuerte reacción internacional. Mientras, con los otros dos solo se redujeron a silenciados prejuicios.



La terrorista sionista, luego premier israelí, Golda Meir, expresó: “No existe nada que pueda llamarse palestinos, ellos simplemente no existen” (Sunday Time, 15/6/’69). ¿Acaso no es una opinión antisemita?. Tan antisemita como cuando Israel niega el derecho del semita pueblo palestino a restablecer su legitimo Estado. O la antisemita tonalidad del rabino Ovadia Yosef, del partido Shas, tercera fuerza del futuro gobierno israelí electo en febrero 2009, quien expuso: “Dios, en la Biblia, lamentó haber creado a los árabes, ese pueblo de víboras”.



En el retablo de la confusión. La etimología antisemita se redujo exclusivamente a la hostilidad contra los judíos en occidente. Calificativo que se debería aplicar contra las agresiones a pueblos semitas y no a grupos religiosos. Son los descendientes de Sem, hijo de Noé, extendidos pre-bíblicamente a lo largo de Canaán(nieto de Noé)-Palestina, Siria, Líbano y la Mesopotamia (actual Irak), como pueblos de lengua y cultura semítica. Sin guardar relación con la cultura de otros continentes.



En este sentido, el antiguo encono hacia los judíos caracterizado por el vocablo ‘antisemita’ es una anfibología que se debería reemplazar por el de ‘judeofobia’, término exacto empleado por el pionero y activista inspirador del sionismo, el ruso-judío León Pinsker (“Autoemancipación”, LP, 1882). Así mismo, sería un equívoco adjetivar de ‘antisemitas’ a los xenófobos circos romanos donde los leones se devoraron los cristianos ó los fanáticos cruzados que aniquilaron musulmanes.



Con remozada leyenda en su retórica sionista-israelí de juzgar de antisemitas a los ‘antisionistas’, fue parte del álbum de las colosales tergiversaciones. El sionismo, nació orgánicamente en Basilea (29/8/1897), del embrión del lobby europeo judío con el fin de crear un Estado judío sobre Palestina. Es una ideología política, cuestionada y no religiosa, cuyos miembros no todos fueron creyentes, tal el caso de su principal promotor Theodor Herzl. Es de recordar que la resolución 3379 de la ONU (10/11/1975), equiparó al sionismo con el racismo. A pesar a que la propia ONU, por las presiones estadounidenses, sin fundamentar, revocó la sanción (16/12/1991), el sionismo no abandonó su tonelaje racista-colonial.



A la luz de los hechos, las expresiones antisemita, antisionista y judeofobia, no son sinónimos.



No todos los judíos e israelíes son sionistas y hay sionistas que no son judíos. Como son los cristianos sionistas americanos muy desarrollados popularmente en las iglesias protestantes estadounidense, como el caso del pastor John Klein, asociado de la Fellowship Church, técnico en tour bíblico, quien exhortó: “Conozca el pueblo de la Biblia. Explore Israel desde una genuina perspectiva sionista” (Instituto Tzemach de Estudios Bíblicos-TNS, 14/10/’06). Patético. También hay palestinos-drusos dentro de los territorios perdidos en 1948, que juraron lealtad a Israel, formaron parte de su ejercito de ocupación y aceptaron ser considerados como árabes sionistas. En contra cara, están las organizaciones como la rabínica ortodoxa antisionista, Neturei Karta, que llamaron a Israel un “Estado sionista y no judío”, y a “Palestina como su país”.



En cuanto al axioma fóbico religioso. Los ataques y las persecuciones a las religiones, son aborrecibles. Al igual que la judeofobia y las discriminaciones antijudias. Sin embargo, éstas, fueron serviles a los intereses sionistas-israelíes para potenciar su victimización e imponer sus objetivos de amordazar las criticas amparados por el broquel antisemita-antisionista. Actitud, que dio lugar a los pueblos mantener su privilegio libre y democrático para debatir e increpar los temas más perceptivos, insultar y satirizar a gobernantes, dignatarios y profetas, excepto, pronunciarse contra el sionismo, el judaísmo e Israel.



Su unilateral y violento establecimiento en Palestina, entre mediado de 1948 y 1967, vulnerando todas la leyes jurídicas internacionales, fue similar a la doble moral de legislar y violar su propia ley 5.767 de 1967, por la cual el gobierno israelí se comprometió a la protección de los lugares sagrados cristianos y musulmanes.



Obsesivos en judaizar la tierra santa como lo hicieron en el periodo bíblico, durante la ocupación romano-hebrea a Palestina. Profanaron, destruyeron e incendiaron mezquitas, iglesias, monasterios, escuelas y cementerios. Entre tantas, las mezquitas de Al Aksa y de Omar en el predio sagrado de Haram Al Sharif en Jerusalem; la Tumba de Jesús en la Basílica del Santo Sepulcro; la cripta que señala el lugar de nacimiento de la Virgen María en la Iglesia de Santa Ana de Jerusalem; el Convento de las Hermanas de la Santa Comunión; el Patriarcado Armenio Ortodoxo; la Iglesia de Notre Dame; el Colegio de San José de Jerusalem; el saqueo y profanación de las tumbas del cementerio cristiano de Monte Sión de Jerusalem; la Mezquita de Ibrahim en Hebrón y la Basílica Ortodoxa de la Natividad en Belén, esta ultima, invadida y profanada varias veces por colonos judíos y cercada militarmente por la fuerzas israelíes en abril de 2002. Con la inquina sin fin y su cristianofobia las fuerzas israelíes dispararon contra la majestuosa estatua de la Virgen en el exterior de la Basílica.



Luego de la caída de Jerusalem Este (junio 1967), Israel incrementó sus deseos de judaizar la ciudad y borrar las milenarias raíces palestinas. Con islamofobia y argumentos indelebles para ‘justificar’ la búsqueda de los restos del Templo de Salomón, la misión arqueológica, encabezada por Benjamín Mazar de la Universidad Hebrea de Jerusalem, comenzó en enero de 1968, las excavaciones debajo del predio sagrado. Provocando la rotura de la puerta central de la Mezquita de Al Aksa y un lateral de la Iglesia de San Juan, la que profanaron y robaron de su interior la corona de oro de la Virgen María y muchas otras obras y reliquias históricas del patrimonio cristiano de la ciudad.



Las excavaciones se multiplicaron hasta la actualidad con la intención de producir un movimiento de tierra que provoque el derrumbe de las antiguas mezquitas que datan del 700 dC. En noviembre de 2008, la Autoridad Israelí de Antigüedades, hizo publico un plan que incluyó la demolición de las mezquitas de Al Aqsa y Al Marwani, en búsqueda de las caballerizas del Templo de Salomón. Exhibiendo su profano proyecto arquitectónico para erigir el nuevo Santuario, donde, desde sus imaginaciones mesiánicas surgirá el verdadero Mesías.



El islamofóbico sionista australiano Michael Rohan, incendió la Mezquita (21/9/’69), con grandes perdidas históricas. Entre decenas de atropellos y sacrilegios, con abierta provocación, los fundamentalistas rabinos del movimiento Kach, colocaron en la puerta principal de Al Aksa, la “piedra basal” para la construcción del Templo (8/10/’90). La ira de los palestinos musulmanes fue reprimida por la policía israelí, asesinando en el predio a 32 palestinos con más de 1050 heridos.



Naciones Unidas condenó la masacre en su resolución 672 (12/10/’90). Una semana después, el diputado israelí Yossi Sarid, del partido Meretz, indignado, denunció: “Rabinos judíos caminaron sobre la sangre; ellos bailaron sobre la sangre” (parlamento israelí 17/10/’90).



Con descomunal violencia segregacionista, la empresa diamantífera israelí National Diamond Center-NDC, en 1990, promocionó su empresa de diamantes y la vieja ciudad de Jerusalem ocupada, en el magazine de la línea aérea estatal israelí EL-AL. En la tediosa publicidad apareció una vista de la ciudad vieja con el predio sagrado de Haram Al Sharif, donde ambas mezquitas fueron sustituidas por una maqueta del Templo de Salomón.



En el sensible tema de la discriminación racial. La política antisemita de Israel, impidió que 6,5 millones de refugiados palestinos regresaran a sus tierras y hogares desde 1948 y sometieron a los que se quedaron. Hoy, los semitas palestinos viven entre muros de Apartheid e ilegales asentamientos en la Ribera Occidental y en un intolerante ghetto en Gaza.



(*) -Primer Embajador del Estado de Palestina en la Argentina.

-Analista Internacional sobre la Cuestión Palestina / Marzo 2009





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shda 3/2009

lunes, 19 de enero de 2009

Lo que no cuentan los medios de información


Casi todo lo que le han hecho creer sobre Gaza es incorrecto. Estos son unos cuantos puntos esenciales que parecen estar ausentes de las discusiones en la prensa:

Los habitantes de Gaza.
La mayoría de la gente que vive en Gaza no está allí por elección propia. La mayor parte del millón y medio de personas que se amontonan en los aproximadamente 360 kilómetros cuadrados de la franja de Gaza pertenece a familias procedentes de ciudades y pueblos de fuera de Gaza como Ashkelon y Beersheba. Fueron conducidas hasta Gaza por el ejército israelí en 1948.

La ocupación.

Los habitantes de Gaza han vivido bajo la ocupación israelí desde la Guerra de los Seis Días de 1967. Israel sigue siendo considerado por la mayoría una potencia ocupante, a pesar de que en 2005 retiró sus tropas y colonos de la Franja. Israel sigue regulando el acceso a la zona, las importaciones y exportaciones, y las entradas y salidas de la gente. Israel controla el espacio aéreo y la costa de Gaza, y sus soldados entran en la zona con total libertad.
Como potencia ocupante, y conforme a la Cuarta Convención de Ginebra, Israel tiene la responsabilidad de velar por el bienestar de la población civil de la franja de Gaza.

El bloqueo.
El bloqueo ejercido por Israel sobre la franja de Gaza, con el apoyo de Estados Unidos y la Unión Europea, se ha hecho cada vez más estricto desde que Hamás ganó las elecciones del Consejo Legislativo Palestino en enero de 2006.
El combustible, la electricidad, las importaciones, las exportaciones y los desplazamientos de la gente para entrar o salir de la Franja han ido disminuyendo paulatinamente, lo cual ha ocasionado problemas de saneamiento, salud, suministro de agua y transporte, que suponen una amenaza para la vida.
El bloqueo ha sometido a muchos al paro, la miseria y la desnutrición. Esto equivale al castigo colectivo, con el apoyo tácito de Estados Unidos, de una población civil por ejercer sus derechos democráticos.

El alto el fuego.
El levantamiento del bloqueo, junto con el cese del lanzamiento de misiles, fue una de las condiciones clave del alto el fuego firmado en junio por Israel y Hamás. Este acuerdo condujo a una reducción de los cohetes disparados desde Gaza, que pasaron de centenares en mayo y junio a un total de menos de 20 en los cuatro meses siguientes (según datos del Gobierno israelí). El alto el fuego se rompió cuando las fuerzas israelíes lanzaron ataques aéreos y terrestres a gran escala a principios de noviembre; se informó de la muerte de seis miembros de Hamás.

Crímenes de guerra.
El ataque a objetivos civiles, ya sea por parte de Hamás o de Israel, puede constituir un crimen de guerra. Toda vida humana tiene un valor incalculable. Pero los números hablan por sí solos: 1.000 palestinos, la mayoría de ellos civiles, han sido asesinados desde que estalló el conflicto a finales del año pasado, en contraste con, aproximadamente, la docena de israelíes que han muerto, muchos de ellos soldados.

La negociación es un método mucho más eficaz para enfrentarse a los misiles y otras formas de violencia. Ésta podría haberse producido si Israel hubiese cumplido los términos del alto el fuego de junio y hubiese levantado su bloqueo sobre la franja de Gaza.
En realidad, esta guerra contra la gente de Gaza no tiene nada que ver con los misiles. Ni con «restaurar el poder disuasorio de Israel», como la prensa israelí puede haberles hecho creer. Son mucho más reveladoras las palabras pronunciadas en 2002 por Moshe Yaalon, el entonces jefe del Estado Mayor de las fuerzas de defensa israelíes: «A los palestinos se les debe hacer entender, hasta en los más profundos rincones de su conciencia, que son un pueblo vencido»

Rashid Khalidi, Catedrático de Estudios Árabes U. Columbia
Publicado en The International Herald Tribune




(BANDERA DE HAMAS)

viernes, 16 de enero de 2009

Los israelíes hijos de puta atacan a civiles con bombas de fósforo


El Ejército israelí atacó este jueves la sede de la agencia de la ONU para los Refugiados (UNRWA) con bombas de fósforo, un hospital de la Media Luna Roja Palestina y una sede de prensa internacional, además penetró a la ciudad de Gaza por primera vez desde que comenzó su ofensiva.

El español Francesc Claret, funcionario de la organización, explicó a Efe que el Ejército israelí disparó bombas de fósforo contra el inmueble cuando unas 700 personas se encontraban en su interior refugiándose del avance de los soldados israelíes que este jueves entraron en la ciudad de Gaza por primera vez.

"Uno de los heridos sufre lesiones provocadas por bombas de fósforo blanco, que atravesaron el chaleco antibalas que llevaba", denunció Claret, quien expresó su temor porque el incendio no pueda ser sofocado pues el fósforo no debe ser apagado con agua.

Claret expresó su temor por la suerte de los refugiados dentro de la sede de la UNRWA y por el material de ayuda humanitaria concentrado en los almacenes.

Dentro del edificio se halla almacenado combustible, y los vehículos que distribuyen ayuda humanitaria no podrán salir dada la situación.

Además, un hospital de la Media Luna Roja Palestina en la Franja de Gaza fue objetivo de bombardeos del Ejército israelí, informó la cadena de televisión qatarí Al Yazira, que no pudo precisar si se han producido víctimas.

Según el canal qatarí, que cita fuentes de la Media Luna Roja Palestina, la farmacia del hospital y el segundo piso de un edificio que alberga varias oficinas administrativas en el barrio de Tel Hawa está en llamas como consecuencia de los bombardeos.

Por otra parte, dos cámaras palestinos que trabajan para la televisión de Abu Dhabi resultaron heridos en un bombardeo israelí a un complejo situado en el barrio de A-Shuruk de Gaza capital que albergaba medios de varios países, informó la agencia palestina Maan. El complejo era el centro de operaciones de varios medios árabes y occidentales, entre ellos las cadenas de televisión estadounidense Fox, la británica Sky News y la luxemburguesa RTL. También albergaba la sede de la agencia de noticias Reuters, y las de las cadenas árabes Al Arabiya y MBC.

Estos ataques forman parte de la ofensiva del Ejército israelí que este jueves penetró por primera vez desde que comenzó la ofensiva en la capital de Gaza en medio de intensos bombardeos que obligaron a miles de ciudadanos palestinos a abandonar sus hogares en busca de refugio.

Los tanques penetraron a primera hora de la mañana en el barrio de Tal al Hawa, en el sur de la ciudad, y continuaron su avance hasta llegar a la capital de Gaza.

Imágenes de televisión difundidas por los medios muestran la zona centro de Gaza sometida al intenso fuego de la artillería israelí, que se prolonga desde primera hora del día y se ve acompañado por explosiones repentinas en bloques de viviendas.

Los bombardeos se produjeron cuando se encuentra de visita en la zona el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien expresó su indignación por esos ataques, calificó de "inaceptable" lo que ocurre en Gaza, y se dijo "escandalizado" por el bombardeo israelí de locales de Naciones Unidas en la ciudad de Gaza.

viernes, 2 de enero de 2009

Comunicado de Prensa de la Delegación General de Palestina en la República Argentina.


Siguiendo a un año y tres meses de bloqueo a la Franja de Gaza, que alcanzó indiscriminadamente a un millón y medio de personas, Israel está bombardeando por cuarto día consecutivo a esta población, habiendo hecho hasta el momento 360 víctimas mortales, además de cerca de 2.000 heridos. Se han bombardeado academias, cuarteles, escuelas, universidades, presidios, mezquitas y barrios residenciales. Debido al bloqueo, no existe en Gaza capacidad para atender a los heridos y, en una franja de de 360 kilómetros cuadrados, cercada por Israel, no hay lugar para refugiarse.

Esta acción se constituye en un indiscutible crimen de guerra y en un crimen de lesa humanidad. Es muy duro escuchar, por parte de los responsables israelíes, que con tales crímenes se pretende implantar la paz. Al contrario, con tamañas atrocidades, el mensaje de Israel a los palestinos es el de la guerra sin esperanza.

Todos los palestinos, en este momento, e independientemente de afiliaciones políticas, nos unimos a nuestro pueblo de Gaza y sentimos con ellos el mismo dolor e indignación, que las palabras no consiguen expresar con propiedad. Gaza es parte de Palestina. El presidente palestino Mahmoud Abbas llamó ayer al Movimiento Hamas a un encuentro en la Sede Presidencial, con el objetivo de unificar a todas las fuerzas palestinas contra la ocupación y poner fin a la agresión israelí a Gaza. Los principios básicos para una tregua son el fin inmediato de la agresión, el levantamiento del cerco a Gaza y la protección de la población civil palestina. El pueblo palestino en Gaza y en Cisjordania debe ser protegido por tropas internacionales de las acciones criminales del ejército israelí, de las agresiones de los colonos ocupantes y de las amenazas israelíes de provocar en Gaza un nuevo holocausto, o shoah, en hebreo, que obviamente, eran veraces.

La reivindicación palestina no fue nunca acallada por masacres y por bombas. Con el uso de la fuerza brutal, Israel está encaminándose a un punto sin salida, en el que ya no encontrará ni vías de negociación ni interlocutores con quien negociar, pues sus actos demuestran con clareza que no hay voluntad de paz para con el pueblo palestino, y sí únicamente una exigencia de sometimiento total de los palestinos y de aceptación por nuestra parte de la ocupación y del exilio.

La historia ha demostrado en todas las ocasiones que los pueblos que luchan por su libertad y su independencia nacional contra fuerzas ocupantes han acabado por salir victoriosos. Desde el lado palestino, hacemos votos para que esta victoria se consiga sin que cueste un baño de sangre a nadie. Sobre todo, hay que impedir que la sangre palestina sea usada como moneda de trueque en las campañas presidenciales israelíes.

Es el momento de detener esta barbarie y de obligar a Israel a someterse a las normas de la Legalidad Internacional y a las Leyes Humanitarias, así como a las Resoluciones de la ONU pertinentes a Palestina, único camino para la consecución de la paz justa.

Buenos Aires, 30 de diciembre de 2008


www.palestina.int.ar